En Mar del Plata, se sufrió la derrota más dolorosa de todas

En el 2008, por primera vez, la Argentina definía una final en casa y fue 1-3 ante España

Desde el arranque, todo fue problemático y la primera piedra de esa fatídica final, fue la definición de la sede a utilizar para recibir por primera vez a la Ensaladera de Plata en nuestro propio país; cuando se daba por descontado que el Orfeo cordobés sería el elegido para que argentinos y españoles diriman al mejor de todos en el 2008, una jugada de último momento, marcó que el Polideportivo “Islas Malvinas” en la ciudad de Mar del Plata, fuera finalmente el epicentro del tenis mundial ese fin de semana del 21 al 23 de noviembre.

El resultado: David Nalbandian, “El Rey”, hasta ese momento el gran emblema del equipo nacional, protestó ante cuanto micrófono se acercó a él y el clima en el equipo no fue el mejor; se decía que el cordobés de Unquillo no quería a un joven Del Potro, que ya comenzaba a destacarse en el circuito mundial.

Encima de todo, hasta se decía que dentro del equipo había varios grupos y que el capitán, el misionero Luis Mancini, no podía controlarlo. El recorrido de los albicelestes a la final había sido con un andar avasallante: primero con dos victorias aplastantes por 4-1: primero ante Gran Bretaña y después frente a Suecia, en dos series disputadas en Buenos Aires.

Luego el equipo viajó a la fría Moscú y vengó la derrota de la final del 2006 por 3-2 y ahí sí, “La Legión”, que fue como se conoció a esa generación exitosa de argentinos que por esos años dominaban el circuito, obtuvo la chance de jugar la final de la famosa Copa Davis en casa, ante su gente.

Pero lo que comenzó como un sueño, terminó en una verdadera pesadilla. El equipo albiceleste empezó a perder la final muchísimo antes de jugarla. En el preciso momento que venció a Rusia en semifinales y Del Potro tiró la desafortunada frase: “A Nadal le vamos a sacar los calzones del orto”, estuvo todo mal barajado y encima Rafa, no vino a nuestro país.

En Copa Davis, el equipo local elige sobre qué cancha se juega. Ahí radica una de las tantas ventajas de jugar en casa. El piso del estadio Islas Malvinas fue pintado una vez. Pero los jugadores dijeron que estaba muy veloz. Lo volvieron a pintar. Pero quedó lento. Una nueva mano de pintura. Y así. Todo eso a días de la final. Lo que vino después fue realmente un papelón; en el primer día de competencia David Nalbandian se impuso a David Ferrer 6-3, 6-2 y 6-3; luego Feliciano López sorprendió a un errático Juan Martín Del Potro y lo venció 4-6, 7-6 (2), 7-6 (4) y 6-3. El sábado, López y Fernando Verdasco le ganaron en el dobles a Nalbandian y Agustín Calleri 5-7, 7-5, 7-6 (5) y 6-3. Después de esa derrota, Nalbandian se fue al hotel y no asistió a la conferencia de prensa, obligatoria por reglamento.

El domingo, con Del Potro lesionado, saltó a la cancha José Acasuso que cayó con Fernando Verdasco 6-3, 6-7 (3), 4-6, 6-3 y 6-1.

Copa Davis
David Ferrer
David Nalbandian
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LA LEGION
Luis Mancini

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