Consternación

Una tragedia aérea que dejó como resultado 71 muertos y solo seis sobrevivientes acabó con el sueño del humilde club brasileño Chapecoense, que viajaba a Colombia para enfrentar a Atlético Nacional de Medellín por la final de ida de la Copa Sudamericana, la primera en la historia de la institución.

VIDEO: Jugadores y cuerpo técnico de #Chapecoense minutos antes de tomar su vuelo hacia Colombia. pic.twitter.com/uXmHFipD5x

— Guillermo Schutz (@memo_schutz) 29 de noviembre de 2016

La delegación del club compuesta por plantel, cuerpo técnico y médico, asistentes, dirigentes y periodistas integraban el vuelo de la empresa Lamia que cayó a las 22 hora de Colombia, en la madrugada del martes hora argentina, en la zona del cerro El Gordo, del municipio de La Unión de Antioquia.

El vuelo de la empresa Lamia, de capitales venezolanos, que opera desde Bolivia, partió del aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia y debía llegar en cuatro horas al aeropuerto de Medellín, Colombia, pero antes de hacerlo comenzó a volar en círculos sin tomar contacto con la torre de control.

DESAPARECIO EN UNA LADERA

Posteriormente desapareció de los radares hasta que se detectó el accidente en una de las laderas del cerro Gordo, un lugar de difícil acceso y con malas condiciones climáticas.

Las autoridades colombianas, que habían dado 81 pasajeros en lista, mas seis sobrevivientes, con un total de 75 muertos, rectificaron luego la información al detectar que cuatro pasajeros no habían embarcado en Bolivia, por lo que la cifra oficial de muertos es de 71 con seis sobrevivientes, todos ellos muy graves, de los cuales tres jugadores del Chapecoense, dos tripulantes y un periodista.

A su vez, se encontraron las dos cajas negras que facilitarán el trabajo para confirmar las razones del accidente.

Los seis sobrevivientes son los futbolistas Alan Ruschel (defensor), con una vértebra fracturada y lesión en la médula, Jackson Ragnar Follmann (arquero) quien sufrió la amputación de su pierna y Helio Hermito Zampier (defensor), más conocido como Neto, que tiene traumatismo cerebral.

Además, sobrevivieron el periodista Rafael Henzel Valmorbida con trauma en el tórax y fractura expuesta en la pierna izquierda, y los tripulantes Erwin Tumiri, técnico de nacionalidad boliviana, y la auxiliar Ximena Suárez.

El arquero titular de Chapecoense Danilo Padilha, figura del partido de semifinal ante San Lorenzo, falleció horas después de haber sido rescatado.

A la espera de la lista oficial de fallecidos, resta constatar los nombres de cuatro pasajeros que figuran en la lista difundida por las autoridades colombianas, pero que finalmente, por distintos motivos, no subieron al avión.

Ellos son Luciano Buligon, alcalde de la ciudad de Chapecó, Gelson Mericio, presidente de la Asamblea Legislativa, Plinio David de Nes Filho, presidente del Consejo de Deliberantes de Chapecó, e Iván Carlos Agnoletto, periodista de la radio Súper Condá.

Lo mismo sucedió con el hijo del entrenador Caio Júnior que se olvidó el pasaporte pero llamativamente su nombre no figura en la lista oficial.

Precisamente, Caio Júnior, y los otros 19 integrantes del plantel del ‘Huracán del Oeste’ fallecieron en la previa del partido más importante de la historia del club.

El humilde equipo de Santa Catarina llegó hasta la final de la Copa Sudamericana luego de eliminar a San Lorenzo en la semifinal y a Independiente en octavos de final.

La trágica lista se completa con 21 periodistas, entre ellos el ex jugador de Rosario Central Mario Sergio, quien fue recordado por el entrenador del seleccionado argentino Edgardo Bauza como así también el futbolista Mateus Caramelo (lo dirigió en San Pablo).

También murieron trece integrantes de la comisión directiva de Chapecoense encabezada por el presidente Sandro Luiz Pallaoro.

Entre los fallecidos también figura, como invitado a presenciar el partido, Delfim de Pádua Peixoto Filho, uno de los vicepresidentes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y presidente de la Federación Catarinense de Fútbol.

Lo mismo sucedió con los asistentes del equipo desde el ayudante de campo (Duca), el cuerpo médico, los preparadores físicos, utilero, masajista y jefe de prensa.

De acuerdo a las primeras hipótesis, una cadena de errores ocurrieron desde que el avión Regional Jet 85 salió de Santa Cruz rumbo a Medellín.

En primer lugar, no autorizar a la delegación del Chapecoense a llegar a Medellín con un Airbus desde Brasil, por lo que tuvieron que trasladarse a Bolivia para abordar el vuelo de Lamia, un avión que esta diseñado para hacer trayectos cortos.

Linea Aérea Mérida Internacional de Aviación, tal su nombre, es una empresa de capitales venezolanos fundada en 2009 que opera desde Bolivia y habría partido hacia Medellín, pese a que tenía una autonomía de vuelo muy justa para llegar a destino.

PIDIO PRIORIDAD PARA ATERRIZAR

De acuerdo a las hipótesis más firme, un avión de la empresa VivaColombia pidió prioridad para aterrizar antes que el de la delegación del Chapecoense, que debió volar en círculos hasta que perdió su autonomía y combustible.

Otra hipótesis, esbozada por el propietario de Lamia, es que el avión fue afectado por un rayo, mientras que una tercera, habla de una falla eléctrica que apagó los motores, de alguna manera corroborada por una de las azafatas sobrevivientes, quien habló de un apagón antes de la caída.

Entre los grandes gestos de apoyo del deporte mundial se destaca por sobre todos el de Atlético Nacional, que pidió a Conmebol declarar campeón de la Copa Sudamericana a Chapecoense. A su vez, los clubes de Brasil se unieron y solicitaron que Chapecoense no descienda por tres años y se ofrecieron a prestar jugadores sin cargo.