Líderes extranjeros despiden a Fidel en el marco de los masivos homenajes

LA HABANA.- Líderes extranjeros y representantes de gobiernos de distintos signos políticos asistieron ayer a un multitudinario homenaje al fallecido líder socialista Fidel Castro, un hombre que generó admiración y críticas por igual alrededor del mundo. Previo a que sus cenizas emprendan un recorrido de regreso por la ruta que hace más de cinco décadas marcó la victoria de su revolución, las máximas autoridades cubanas encabezadas por su hermano y actual presidente, Raúl Castro, hicieron la última guardia en el memorial por donde cientos de miles de personas desfilaron para rendirle honores durante dos días.

Mientras la gente copaba la Plaza de la Revolución, escenario de homenajes a héroes como José Martí y Ernesto “Che” Guevara y también para misas durante dos visitas papales, el resto del país seguía en duelo y silencioso. La Habana, que se caracteriza por el bullicio y la música en cada rincón, se mantenía bajo un evidente recogimiento.

Entre los asistentes estuvieron los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega; Ecuador, Rafael Correa; México, Enrique Peña Nieto; y el rey emérito de España, Juan Carlos I.

LA CONGOJA DE EVO

“Cuba está viviendo un momento de profunda conmoción”, afirmó acongojado Evo Morales a su arribo el lunes por la noche. “Vine a acompañar en un momento doloroso por la pérdida de mi hermano, mi amigo Fidel Castro”. Morales y Maduro visitaron temprano el memorial adornado con rosas blancas que muestra el retrato de un joven Castro vestido de campaña y un puñado de medallas y que es resguardado por una guardia de honor integrada por hombres y mujeres vestidos de uniforme de las diferentes fuerzas cubanas. Maduro, en tanto, no hizo declaraciones.

Desde el amanecer y por segundo día consecutivo miles de cubanos se formaron ordenadamente en una larga fila de más de un kilómetro en los alrededores de la emblemática Plaza de la Revolución para observar y honrar el memorial del fallecido líder. “Siento una honda tristeza, pero el orgullo es inmenso por haberlo tenido cerca. Su partida física nos da fuerza para seguir avanzando en su ideario. Esto no se va a perder porque somos millones”, expresó Ana Beatriz Pérez, una médica investigadora de 50 años, mientras intentaba avanzar lentamente en la fila con la ayuda de un par de muletas. “Su muerte es otra revolución”, apuntó Fidel Díaz Castro, esposo de Pérez, tras reconocer que el fallecimiento del ex líder cubano le permitirá a muchos “redescubrir las ideas del comandante para las nuevas generaciones”.

La urna con las cenizas del barbudo ex gobernante reposa en una sala del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias donde el presidente Raúl Castro y dirigentes del buró político del partido comunista le rindieron tributo, según informó la prensa estatal cubana. “Hasta luego comandante. Tus ideas quedan aquí con nosotros”, dijo entre llantos Etelvina Pérez, una jubilada de 64 años, tras lanzarle un beso al memorial en señal de despedida. “Siento mucho dolor por su muerte. Toda la vida se la debo a él. Me sacó de la sierra. Estudié gracias a él. Mi papá era un campesino y él nos ayudó. Le agradeceré por todo lo que me resta de vida”, dijo mientras intentaba contener el llanto.

Tras los dos días de tributo y compromiso de la población con los ideales revolucionarios, las cenizas del fallecido comandante partirán hoy en una procesión de tres días hacia el este de la isla recorriendo el camino inverso que hicieron las tropas que lideró desde las montañas de Sierra Maestra tras la victoria revolucionaria de 1959. En la ruta que conduce al interior y oriente de la isla, los cubanos se preparaban con miras a la caravana de las cenizas, y los residentes de localidades como Taguasco se expresaron ansiosos de despedir al ex gobernante. “Él está en nuestro corazón”, expresó Celestina Rodríguez (69), que trabaja en una cafetería estatal en el lugar. En un tramo entre las provincias de Ciego de Ávila y Sancti Spíritus se colocó una foto gigante de Fidel con su uniforme verde oliva, y su célebre consigna “Hasta la victoria siempre”. Las cenizas serán enterradas el domingo en el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, la segunda ciudad del país y donde el líder guerrillero lanzó su revolución.