Otro Favaloro, de La Plata al mundo

Kuwait, Pakistán, Marruecos, India y Rusia serán los destinos a los que el platense Lautaro Tissera Favaloro, sobrino nieto del recordado cardiocirujano, llevará la música argentina que difunde desde hace años.

A los 36, este joven guitarrista, compositor y arreglador emprenderá hoy una aventura personal y profesional, que lo llevará a recorrer destinos poco habituales que, sin embargo, se mostraron muy interesados en recibir esta propuesta de música popular nacional, que ofrecerá en formato íntimo: solo con su guitarra.

Nacido en La Plata, Lautaro se interesó de chico por la música pero los mandatos familiares, “de dos generaciones de médicos”, lo llevaron a incursionar en la medicina. Una carrera que, si bien comenzó, para orgullo de su mamá doctora, no terminó porque, sencillamente, se dio cuenta de que no era su destino.

“No me pesa el apellido Favaloro, para nada -aclara-. Si bien afuera es reconocida toda su historia, acá tiene otro peso. Piensan que uno tiene que seguir la tradición de la familia. Traté un poco de estudiar medicina pero cuando las cosas no son, no son. Cada uno elige su camino”.

El desafío de Lautaro Tissera, en esta gira que se desarrollará entre el 10 de noviembre y el 18 de diciembre, está puesto en no bajar el nivel artístico que otros grandes referentes del género han mostrado en el exterior.

En diálogo con EL DIA dijo que “nosotros somos la nueva camada de músicos populares que va a Asia o a Moscú. Por eso es muy importante para mí tratar de mantener la música al nivel de los grandes que ya estuvieron ahí, y que, por otro lado, es muy difícil”.

Esta serie de presentaciones no será la primera experiencia internacional de Lautaro, quien, con sinceridad, cuenta que en 2008 llevó su propuesta a España y Francia, lo que se transformó en la peor gira de su vida.

“A los españoles no les gustó mucho lo que yo hacía. Nadie venía a mis conciertos”, dice el músico, quien, a veces, recordando aquel ya lejano suceso, se consuela diciendo -entre risas-: “Estaban en plena crisis… De todos modos, no les importaba nada”.

La revancha llegó el año pasado cuando fue invitado a presentarse en un festival de Eslovenia. Recuerda que aquella experiencia, a diferencia de la anterior, fue muy positiva, y eso lo animó a encarar ésta con gran entusiasmo, y en la que presentará el material de su primer disco solista, “Tiempo muerto”, que editó este año pero que compuso en 2008.

Consultado por los destinos que visitará, el platense asegura que los lugares en los que desembarcará “no tienen nada que ver con lo que nos llega a nosotros de imágenes de la televisión”, y que no tiene miedo de visitar zonas afectadas por la guerra.

“La música une”, sostiene Tissera, y agrega: “Tampoco uno le tiene miedo a las balas, no se trata de eso; te guste o no, en otros ámbitos pasan otras cosas, a mí me han robado en la calle y me han sacado un revólver y sin embargo no estamos en guerra, ni en Pakistán: estás acá”.

Feliz con este proyecto, Lautaro se enfocará durante este tiempo en su faceta solista, algo que había relegado durante los últimos años por darle prioridad a otras propuestas colectivas.

En este sentido, Tissera Favaloro es fundador, director, compositor y arreglador de la Orquesta Típica La Sacada, con la que ha llevado el tango por los escenarios más importantes de la Ciudad, además de la cartelera porteña. Y también forma parte, desde el 2013, del Mondongo de Palermo, un talentoso cuarteto cuyo primer disco fue presentado en el Centro Cultural Torcuato Tasso.

“Todo se disfruta. Yo por lo menos disfruto todo. Esta parte de la guitarra solista hacía mucho que no lo hacía porque la orquesta te lleva mucho tiempo, mucha energía, la producción, convocar a los músicos, organizar los conciertos. Entonces, al proponer un trabajo colectivo, lo individual queda afuera”, explica.

Pero ahora soplan vientos de cambio. “Me estoy dando el tiempo para mí, para la guitarra, para ir a otros lugares. Acá en la Argentina se conoce mucho la guitarra, es el país de la guitarra”, reconoce y remarca que esta música, en nuestro país, “tiene la difusión que nos merecemos”.

“El pueblo es el que elige la música, no la música al pueblo. Entonces, a partir de eso se da lo que se da. Si el pueblo elige, ya está. La culpa no es del músico ni de la música”, reflexiona el también creador del Espacio Don Juan, un centro cultural que funciona en la antigua casa del papá de René Favaloro -en 5 entre 69 y 70-, en el que grandes referentes de la música argentina ofrecen versiones íntimas, como si estuvieran en el patio de sus casas, en una idea de Tissera que tenía que ver con “humanizar” a los artistas.