Duro contraataque del ISIS en la ciudad iraquí de Mosul
| 7 de Noviembre de 2016 | 02:40

Combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) atacaron ayer a las tropas iraquíes con coches bomba y emboscadas en la ciudad de Mosul, estancando su avance hacia ese bastión del norte de Irak, aunque encaraban un ataque en un nuevo frente, ya que los rebeldes sirios lanzaron una campaña para recuperar Raqqa.
Los yihadistas perdieron el control de siete distritos orientales de Mosul ante las fuerzas iraquíes, que atravesaron sus líneas de defensa. Funcionarios dicen que los militantes ahora se están escudando en los civiles y que están atacando a los soldados en lo que describieron como “la lucha urbana más encarnizada” del mundo.
Desde la unidad antiterrorista del Ejército iraquí se señaló que los militantes del ISIS instalaron más de 100 coches bomba contra sus fuerzas en el este de Mosul, uno de los numerosos frentes por donde las tropas intentan entrar a la ciudad.
Mosul, la mayor ciudad controlada por el ISIS, ha estado en manos de los extremistas islámicos desde que expulsaron al Ejército del norte de Irak en junio del 2014.
La campaña para recuperar Mosul, que ya lleva tres semanas, está integrada por unos 100.000 soldados, fuerzas de seguridad, miembros de milicias chiitas y combatientes kurdos, y recibe el respaldo de la coalición militar liderada por EE UU.
Al otro lado de la frontera, los rebeldes sirios apoyados por EE UU anunciaron ayer el inicio de su propia campaña, llamada “Ira del Éufrates”, para recapturar Raqqa, el bastión del ISIS en Siria.
Las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF, por sus siglas en inglés) constituyen una alianza entre grupos armados kurdos y árabes que consiguió recuperar vastas zonas de territorio en la frontera sirio-turca de manos del ISIS y llegó a acercarse a una zona situada a unos 30 km de Raqqa.
Pero la prominencia dentro de las filas rebeldes de la poderosa milicia kurda YPG ha generado cuestionamientos sobre su capacidad para capturar a Raqqa, una ciudad de mayoría árabe.
Turquía, que ha luchado contra los separatistas kurdos durante tres décadas, considera a la milicia YPG como un enemigo y funcionarios occidentales han señalado que en la operación en Raqqa deberían participar sólo fuerzas árabes. Washington sostiene que la batalla por Raqqa coincidirá con el asalto a Mosul, en parte debido a la preocupación respecto a que cualquier retraso permita al ISIS usar la ciudad como base para planificar y lanzar ataques en otros puntos del exterior.
Pese a verse acorralados en Mosul, los yihadistas demostraron ayer que todavía tienen capacidad de causar graves daños en otras zonas de Irak. Al menos 24 personas murieron en dos explosiones perpetradas en la provincia de Saladino, situada al sur de Mosul y al norte de Bagdad, según fuentes de seguridad. Una de ellas se produjo al estallar un barril cargado de explosivos que había sido enterrado por el ISIS antes de que las fuerzas iraquíes liberaran la ciudad de Tikrit, capital provincial, el pasado 31 de marzo.
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