Las cenizas de Fidel salen en caravana hasta su destino final
| 1 de Diciembre de 2016 | 03:06

LA HABANA.- Pasado el mediodía de ayer, las cenizas de Fidel Castro llegaron a la provincia de Matanzas para seguir su camino hacia Santa Clara, donde están los restos de Ernesto “Che” Guevara. La caravana que cuida una pequeña urna de cedro cubierta con la bandera cubana partió horas antes desde La Habana hacia el este de Cuba. Tras dos días de homenajes multitudinarios, miles de personas dieron su último adiós al ex líder de la revolución con banderas y rosas blancas.
El recorrido de unos 1.000 kilómetros que trazará el cortejo fúnebre será el inverso al de la marcha victoriosa del movimiento guerrillero que lideró Castro desde las montañas de Sierra Maestra hace cinco décadas. “La gente ha sufrido la pérdida, pero todo el mundo está normal”, afirmó el trabajador de planificación urbana Alberto Rodríguez, desde una silla cerca del Parque Vidal de Santa Clara. “Poco a poco la gente se va acostumbrando a que ya no existe, pero se mantienen las mismas ideas”, agregó. El taxista Reinier Pichardo (30) indicó que a pesar de no formar parte de la generación de Castro, sintió un “golpe muy duro” por su fallecimiento.
En los próximos días, la caravana cruzará las localidades orientales de Cienfuegos, Sancti Spiritus, Camagüey y Holguín hasta llegar a Santiago de Cuba, cuna de la revolución, donde Castro será inhumado el domingo. El líder revolucionario falleció el viernes pasado a los 90 años, sumiendo a la isla en un profundo duelo.
La caravana, conformada por siete vehículos, emprendió el recorrido por calles y avenidas de La Habana tomadas por miles de cubanos que con banderas, pañuelos y flores dieron el último adiós a su líder al grito de “Viva Fidel”. Miles de personas siguieron desde las calles y los balcones de los viejos edificios de La Habana el recorrido del cortejo, mientras otros utilizaron sus celulares para registrar con fotos y videos el momento histórico.
Una decena de turistas apostados en la proa de uno de los cruceros anclados en el puerto habanero contempló el paso del cortejo mientras un helicóptero militar vigilaba por aire el recorrido. Tras el paso de la caravana y desbordados de emoción, muchos gritaron la emblemática consigna “¡Hasta la victoria siempre!”. “Nosotros somos los que más lo sentimos. Tenemos muchos años luchando junto a Fidel”, dijo el jubilado César Hernández (76) al reconocer que la generación que vivió las cinco décadas de revolución es la más afectada por el deceso del líder. Sin embargo, se mostró confiado en que los jóvenes le darán continuidad al proceso. “Estamos dispuestos a seguir con esta revolución”, enfatizó Maday Gaeza (27), una técnica en informática.
Desde el malecón, el carpintero René Mena (58) recordó que su madre lo había llevado de su casa al paseo, cuando era muy pequeño, para ver llegar a Castro a La Habana. El miércoles se cubrió con una bandera cubana y un gorro militar en la puerta de la misma vivienda, donde todavía reside, para saludar a la caravana.
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