Tensión en el colegio religioso de los abusos

Momentos de tensión se registraron ayer en una reunión de padres convocada por directivos del Instituto Próvolo, en la localidad mendocina de Luján de Cuyo, denunciado por abusos sexuales por parte de sacerdotes y empleados de la institución que recibe a chicos hipoacúsicos, que ya tiene a 5 detenidos -entre ellos dos sacerdotes y un monaguillo- mientras la Justicia sospecha, por los testimonios recogidos, que los casos de abuso alcanzaría a más de 60 menores.

Padres de alumnos que asisten al instituto religioso, visiblemente consternados por las denuncias en el establecimiento y el silencio de los directivos, fueron convocados para explicar un “paquete de medidas preventivas” que se van a tomar para poder terminar el ciclo lectivo.

Claudia Fernández, supervisora de la DGE, y quien será interventora del instituto por decisión del gobierno, expresó que “es una situación dolorosa y no queremos obstaculizar la investigación, pero tampoco queremos que los alumnos no terminen el ciclo lectivo. Pero mientras yo sea responsable de la institución, no quiero a ningún sacerdote cerca”.

Si bien en un principio la reunión era de carácter privado, ante la insistencia de los padres que reclamaron “que las explicaciones no queden bajo cuatro paredes”, se permitió el acceso a medios locales.

Mientras tanto, el fiscal que investiga los abusos perpetrados aseguró ayer que los testimonios de las víctimas mostraron que había un “patrón común” y que elegían a los alumnos más vulnerables, en tanto los cinco detenidos, entre ellos dos sacerdotes, se negaron a declarar.

“Estoy mirando los legajos de los chicos que iban al colegio desde el 98 para ubicarlos y tomarles testimonial -señaló- esta escuela se creó en el 98 y, si están los mismos sacerdotes, tengo que empezar a partir de ese mismo año. No sabemos cuántos pueden llegar a ser las víctimas”.