A un año del escándalo del motorhome, la palta y la mantita de Nepal

Con frases inmortalizadas como “vi lo peor que puede ver una mujer” o “había olor a sexo y transpiración”, el escándalo del motorhome, la palta y la mantita de Nepal está cumpliendo su primer año, una bomba que todavía sigue estallando y que tiene como protagonista a un trío imposible: Pampita, Vicuña y la China Suárez.

El 2015 se terminaba tranquilo, sin embargo, con una calma que invitaba a la tormenta, un culebrón tomó los portales y canales del mundo del espectáculo para escribir una historia con millones de entregas que, incluso, llegó a trascender las fronteras del género.

En medio de una noche de fiesta con amigas, Pampita irrumpía, sin aviso, en la grabación de “El Hilo Rojo”, la película que su por entonces pareja rodaba junto a la rebelde ex “Casi Angeles”.

Haciendo caso omiso al intento del personal de seguridad y productores de detenerse, la modelo, de carácter fuerte -se sabe- abrió con fuerza el motorhome en el que “descansaba” el padre de sus hijos, y fue ahí cuando vio “lo peor que una mujer puede ver”: al chileno, supuestamente, teniendo relaciones sexuales con su compañerita de elenco.

DESMENTIDA Y DESCARGO

El actor lo negó y adujo, por otro lado, que con Pampita hacía meses que estaban separados. La modelo, indignada y descontrolada, lanzó una catarata de tuits en su contra, además de publicar fotos recientes en los que se los veía muy acaramelados.

“Había olor a sexo y transpiración. Un asco. (La China) Se tapaba las tetitas cuando yo entraba”, le dijo la morocha a Jorge Rial a través de mensajes de texto, y agregó sobre el episodio que, desde entonces, quedaría bautizado como “el escándalo del motorhome”: “Sólo estaban Benjamín y ella en la habitación. Le dirigí la palabra un momento. La miré sarcástica y le dije a Benja. ‘¿Esta es la put... de turno?’”.

LA VERSION DE LA CHINA

Tras el descargo de Ardohain y Vicuña llegó el turno de Suárez. La rubia, por primera vez, aceptaría darle un móvil a “Intrusos” para hablar sobre su vida privada. Conmovida, la ex de Cabré reconoció haber sido “agredida verbal y físicamente” por la modelo, negó la versión del sexo, dijo que no estaban solos en el vehículo y contó qué estaba haciendo cuando irrumpió Pampita: “Estaba recostada con una manta amarilla que me traje de Nepal comiendo una palta”.

A partir de ese momento, los paparazzi no dejaron de perseguir al trío ni a sol ni a sombra hasta que, semanas después del episodio, Suárez y Vicuña se animaron a blanquear con el cliché “nos estamos conociendo”.

Pampita, por su parte, se las ingenió como pudo para opacarles su momento personal: se convirtió en la jurado más destacada de “Bailando por un Sueño” y, misteriosa, comenzó a ser vinculada con diferentes hombres, como Pico Mónaco y Nacho Viale, pero sin confirmar ningún romance…. ¡hasta hace poco!

Tras mil idas y vueltas, la modelo recién se animó a confirmar su noviazgo con el tenista hace pocas semanas, a pesar de que juraba y re contra juraba que este año no iba a tener amor… Pero el amor llega cuando menos se lo espera y Pampita no pudo más que dejarlo entrar nuevamente a su vida.

Ahora, cuando todo parece estar en paz para todos sus protagonistas, llegan versiones.

Al parecer, La China y Vicuña estarían atravesando su primera crisis de pareja, tras una fuerte discusión en el aeropuerto de México, a dónde viajaron por trabajo. El fin de semana, la actriz fue sola a la fiesta de casamiento de Gimena Accardi y Nico Vázquez, y el chileno terminó internado en Buenos Aires, con un estado de salud que preocupa y por el que, según cuentan, habría llamado llorando a Pampita.

“No sé si hablaron, pero supongo que sí y está bien, es lo normal. Ellos tienen una buena relación”, aseguró ayer la actriz, consultada por esta versión de la que la modelo tampoco quiso hablar.

“No quiero opinar porque no me corresponde… Tendrá que ver la gente de su entorno. Yo no me voy a referir nunca a cosas personales que tengan con ver nuestra familia”, dijo Pampita, otra vez, en el centro de la escena.