Siempre hay una primera vez

River Plate y Rosario Central, los equipos que anoche se cruzaron en la final de la Copa Argentina, en el estadio Mario Alberto Kempes, de Córdoba, entraron a la cancha siendo ambos clubes que no figuraban en la nómina de campeones de este certamen.

El vencedor del encuentro obviamente que se consagró campeón, aunque más allá de eso, y por tal razón este torneo fue objetivo uno de quienes buscaron llegar por este camino a la Libertadores, consiguió el pasaje a la próxima edición de la Copa Libertadores, a la vez que embolsará la suma de 3.511.000 pesos.

River había tenido una clasificación a semifinales en la edición 2011-2012 como su mejor trabajo en el certamen.

Ahora superó dicha actuación al meterse en el encuentro decisivo luego de ganar sus cinco partidos en los 90 minutos.

El Millonario, además, tuvo en su equipo a un futbolista que soñó con ser el goleador de la Copa: Lucas Alario, quien llegó a la gran final con un total de cuatro tantos como el delantero José Michelena, de Deportivo Madryn.

Rosario Central buscará que la tercera posibilidad sea la vencida. Tras haber sido derrotado por Huracán y Boca en las últimas dos finales disputadas en San Juan y Córdoba, intentará conseguir un título luego de haber ganado cuatro encuentros en los 90 minutos y uno en la definición por penales.

Walter Montoya, Marco Ruben y Germán Herrera sumaban dos tantos antes de ingresar al Mario Alberto Kempes, obviamente con chances de alcanzar a los máximos anotadores de la Copa.

A continuación, un resumen de las actuaciones cumplidas por los finalistas de la Copa Argentina definida anoche en la Docta:

River. Partidos totales en la Copa: 16. Diez ganados, cuatro empatados y dos perdidos (17 goles a favor y cinco en contra).

Rosario Central. Partidos totales en la Copa: 21. Trece ganados, seis empatados y dos perdidos (31 goles a favor y 13 en contra).