Aparecieron los goles y el Lobo recuperó la sonrisa

Por WALTER EPISCOPO
ANALISIS

MENDOZA
ENVIADOS ESPECIALES

Más allá de lo despobladas que estuvieron anoche las tribunas del estadio Malvinas Argentinas, el cierre de campeonato para Godoy Cruz-Gimnasia llegó con una larga serie de cuestiones para analizar de cara al futuro, porque se trata de dos formaciones que tras el receso de fin de año tendrán que rearmarse para ganar en 2017 el protagonismo en buena parte perdido en este segundo semestre del actual año futbolístico.

Al margen del Tomba, cuya dirigencia deberá empezar por nombrar al reemplazante de Sebastián Ariel Méndez, quien anoche dejó de ser el entrenador, por el lado del Lobo, por lo que se ha dejado trascender en declaraciones de Gustavo Alfaro, el director técnico, y de la nueva dirigencia, será necesario poco menos que un volver a empezar, con modificaciones que incluiría la llegada de un par de refuerzos.

Nicolás Contín presionó sobre la salida de Correa, y con la pelota asistió a Ibáñez al mejor estilo Lucas Lobos para el increíble 1 a 0 de Gimnasia en Mendoza

Este cuadro de situación en buena parte determinó que para varios, la última fecha de este año para el campeonato oficial de Primera, que es la 14, represente algo así como una prueba, cuya calificación podría posicionarlo mejor, o peor, respecto a lo que será, en Gimnasia, la nueva temporada que comenzará en 5 de enero en el predio deportivo de Estancia Chica, la cual se extenderá una semana después en Tandil, e incluirá una presentación en Mar del Plata, contra Racing Club.

Con modificaciones en la alineación, algo que ha sido una constante para el Lobo en lo que va de la gestión de Alfaro como DT, el conjunto albiazul volvió anoche a tratar de ganar protagonismo desde que la pelota empezó a rodar, y aunque en los primeros minutos logró presionar sobre la salida de Godoy Cruz, de nuevo pagó precio a su falta de contundencia en los metros finales.

Nicolás Contín, el juvenil, fue esta vez el delantero de punta, esperando el aporte de volantes con llegada, como Lucas Lobos, Ramiro Carrera, Lorenzo Faravelli, y un atacante que bajó a la línea de medios como Nicolás Ibáñez. Pero los argumentos no alcanzaron para llegar con argumentos ciertos hasta el arco de Rodrigo Rey.

Por el contrario, al Tomba le costó afirmarse, y más encargarse del control de la pelota, aunque de todos modos le alcanzó con salidas rápidas, de pases largos, o bien cruzando centros altos sobre el área, para complicar a una defensa que volvió a mostrar puntos débiles. Por las bandas, ya que no pudo evitar que se levantara la pelota buscando la cabeza de Jaime Ayoví, y también por el centro, donde el ecuatoriano por lo general les ganó en el salto, o anticipando, a los centrales.

El primer ataque a fondo de Godoy Cruz se registró a los 8 minutos, y desnudó la problemática albiazul para contener una secuencia con pelota, de un arco al otro, que finalizó con Ayoví abriendo para el platense Facundo Ezequiel Silva, que entró por derecha, encontró el espacio para entrarle con el pie derecho a una pelota que explotó en el travesaño del arco de Alexis Martín Arias.

Por segunda vez en el torneo, Nicolás Ibáñez hizo doblete en un mismo partido; el anterior fue ante Arsenal, en Sarandí

Desde ahí, el Tomba hizo méritos como para ponerse en ventaja, lo cual quedó respaldado por una serie de situaciones de alto riesgo, que mostraron a Daniel Imperiale salvando delante de la línea una entrada de Diego Viera, y a Alexis Martín Arias tapando con el pie una entrada de Silva con todo a favor, para citar un par de ellas.

El empate sin goles era un buen negocio para el Lobo, hasta que a los 43 minutos pasó lo que nadie hubiera imaginado. Tras un cabezazo alto, el arquero sacó la pelota desde abajo, con entrega corta para Maximiliano Correa, quien fue apurado por Contín, que le sacó la pelota cuando el volante trató de enganchar para salir, y el Tanque, al mejor estilo Lobos, buscó la aparición de Ibáñez, quien después de controlar adelante de un marcador, clavó de punta al palo izquierdo de Rey.

El gol le dejó servida la victoria al Lobo, que en el segundo tiempo directamente se apretó en terreno propio, esperando a Godoy Cruz, y cuando no había sucedido nada importante sobre los arcos, un pelotazo largo del uruguayo Sebastián Gorga terminó siendo una asistencia para el 2 a 0 de Ibáñez. Si, porque Pablo Alvarado no pudo imponer el salto junto a Contín y Facundo Cobos fue anticipado por el goleador que llegó de Comunicaciones y ratificó que es el jugador que tiene más gol en este equipo Tripero que anoche despidió el año con una sonrisa que necesitaba, porque verdaderamente a Mendoza llegó muy golpeado.

El segundo gol fue demasiado para un equipo como el Tombino, que falló en ataque, dejando pasar aquella serie de ataques a fondos que elaboró en la primera etapa, y no ofreció ningún tipo de garantías en el fondo, con las anotaciones de Ibáñez como ejemplos incuestionables. Igual, más allá de tratarse poco menos de un “partido liquidado”, para los albiazules pasó a ser algo así como un desafío, porque dos veces este año le habían empatado después de encontrarse dos goles arriba. Primero contra Arsenal, en el Viaducto, la noche en que Ibáñez también marcó por duplicado; después frente a San Lorenzo, la noche que por Copa Argentina desembocó en una victoria a través de remates desde el punto del penal.

Esta vez no hubo “nada raro”, y cuando Godoy Cruz buscó el descuento, Gorga y Martín Arias lo evitaron... Para cerrar Luciano Abecasis cometió otro error imposible, y le regaló el 3-0 a Contín.