Destapó la olla... y se quemó

Silvestre destapó el domingo pasado la olla de su drama personal, pero sin dudas no esperaba la reacción que encontró de sus allegados, quienes contaron el lado B del duro relato de muerte e infidelidad que reveló el cantor en la mesa de Mirtha Legrand.

El cantante José Luis Rodríguez, de nombre y rubro idénticos al “Puma”, supo ser un importante galán del medio durante los 70 y los 80. Invitado por La Chiqui al almuerzo del pasado domingo, se sentó en la mesa y todos esperaban que contara anécdotas de sus días de atorrante... pero lo que reveló fue diametralmente opuesto.

La versión de Silvestre

“A los 17 años fui padre, pero mi vida fue una hasta esa edad y otra después de que mataron a mi hijo de un tiro en la cabeza. Tenía un año y cuatro meses. No fue un asalto, fue su madre”, disparó ante la mirada atónita de todos.

Y continuó explicando que “ella -la mujer- murió también. Se quiso suicidar en ese momento, no lo logró, pero sí lo hizo en el sanatorio. Desarmó al custodio que tenía al lado y se suicidó”, aseguró. “A partir de los 18 años mi vida fue otra después de ese episodio”, relató Silvestre dejando sin palabras a la mesa.

La mujer, contó, se llamaba Marta y se quitó la vida tiempo después en una clínica en la que estaba internada. “En un momento de lucidez me escribió una carta y me dijo ‘llevate al nene porque voy a cometer una locura’. Me llevé a mi hijo a la casa de mi madre y al mes me hizo una denuncia por secuestro”, reveló, y agregó que “tenía problemas psicológicos graves. Recuerdo que a guita de hoy pagaba 500 dólares por sesión con el mejor psiquiatra de aquella época”.

Y sin embargo, este oscuro relato fue lo que menos trascendió de un mediodía donde el protagonismo de Silvestre fue total: porque el cantante disparó también contra su ex, la actriz Verónica Vieyra, a quien acusó de engañarlo con el ex gobernador de la Provincia, Daniel Scioli.

“Esta señora salía con el ex gobernador de la Provincia desde los 13 años”, remarcó. Entre Vieyra y Scioli hay una diferencia de 12 años, que convertirían al ex gobernador en un criminal. “Muchos pasaron por las sábanas de mi ex”, tiraría luego el también actor de éxitos de novela junto a Andrea del Boca, quien luego sería “invitada” a la conversación.

El actor ya se ha referido en el pasado a su relación con la actriz, a la que había denunciado por haberse apropiado de varios de sus inmuebles luego de separarse en 2010 y a la que acusó de dejarlo en la calle. Y de hecho, en junio pasado ya había acusado a Vieyra de engañarlo con Scioli, aunque en aquel momento no trascendió la noticia.

Silvestre paseó durante la semana por los programas de la tarde, donde aseguró que “para mí la mujer de un amigo tiene barba. Una cosa es que no conozcas al tipo y otra es que se siente en tu mesa. Eso es una traición, una canallada”.

Y relató que se enteró de la infidelidad a partir de Susana Auri, amiga de Vieyra. “Me contó cosas terribles”, dijo, y deslizó que tras algunos encuentros con Scioli su ex “volvió con 3 mil dólares”. “Saquémonos las caretas. Hay mucha gente acá que sabía esto. Que me denuncie, ¿qué me puede sacar? Si mi mujer me dejó en la calle”, tiró el galán.

Las otras campanas

Pero mientras Silvestre desfilaba por televisión, otras voces aparecían para poner en duda su relato. Primero fue Scioli quien salió a responder las ofensas proferidas contra su persona, acusando a Mirtha de sabotearlo constantemente (la diva se adjudica haber inclinado la balanza en las últimas elecciones presidenciales) y de que esta historia es “otro intento por tapar la realidad”.

Pero mucho más jugosas fueron las declaraciones de Déborah Ramos, ex mujer de Silvestre, que no dejaron bien parado al galán. Madre de tres de sus hijos, Deborah contó que se separó del cantante estando embarazada de siete meses y que él la dejó en ese estado para irse con la coprotagonista de sus novelas, Andrea del Boca.

Y fue más allá. “Nunca pasó alimentos. Se declaró insolvente y pasaba la probation de a puchitos. Ejerció violencia física y económica, porque no le daba de comer a sus hijos. Fui golpeada, Luis Ventura fue el que estuvo en la puerta de la comisaria. Él no ve a los hijos porque no los quiere, porque no es padre”.

Luego, relató cómo fue el affaire de su ex con Del Boca: “Ella era chica, se enamoró por primera vez, es comprensible, él no, era grande, tenía 34 años, una mujer embarazada, una nena de un año y uno de tres. No estábamos separados. Ellos hacían novela en canal siete, la veía a ella, me acariciaba la panza, un día la vi triste y le dije ‘¿no estarás enamoraba?’ y después me enteré que se encerraban en el camarín y la madre de ella se quedaba en la puerta para que nadie entrara”.

“Cuando él se fue empezaron a llegar los llamados, todos sabían. Yo estaba de siete meses cuando se fue, me dijo que iba a hacer un show en Mendoza, se fue el viernes, vendría el domingo, lunes a la noche y no había venido”: su hijo nació en esas circunstancias, cuando ella se enteró, por un periodista, que Silvestre se había ido con Andrea.

Ramos afirmó que Silvestre vio a los chicos un puñado de veces más, algo que confirmó luego otra de sus hijas en las redes sociales. “Querido padre: Quiero agradecerte el haberme abandonado con tan solo un año, quiero que sepas que realmente agradezco todos los años en que brillaste por tu ausencia”, dispara desde Facebook Jimena Rodríguez, quien le tira a su padre: “Gracias por haber sido claramente un ejemplo a no seguir”.

Hasta Luis Ventura se despachó contra Silvestre. “Estás haciendo una aprovechamiento comercial: para vender un disco fuiste a la mesa de Mirtha a mostrar todas tus miserias, incluida esta”, le tiró el periodista, que le dijo que “tus hijos dormían en cajones de frutas, lo he visto, en la casa de Déborah”.

Además se sumó a las acusaciones de golpeador que pesan sobre el artista, a las que también adhirió, de paso por este escándalo, Jorge Rial.

Mientras tanto, Vieyra decidió dejar todo en manos de su abogado, aunque aclaró que “Daniel es un caballero con mi familia”.