Muñecas inflables para ministros desinflados
| 18 de Diciembre de 2016 | 01:48

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El ministro de Economía de Chile, Luis Felipe Céspedes, recibió de regalo una muñeca inflable con la leyenda “Para estimular la economía”. Se la entregaron los empresarios y, según ellas, su mensaje es claro: “La actividad es como una mujer”.
La economía es difícil, pero no tanto. Las muchachas se sintieron menoscabadas por la exhibición de este artefacto despertador que también dejó mal parada a esa hombría que debe apelar a la juguetería sexual para saciar deseos. El amor siempre necesitó infladores. Y los ministros, ni te digo. Esta semana, junto a la noticia chilena, se lanzó una nueva generación de muñecas eróticas que compensan sin dificultades y a bajo costo una vida matrimonial deficitaria. Las parejas reales vienen tan complicadas que más de uno/a prefiere las artificiales. Porque no sólo hay muñecos para ellos. Un once por ciento de los compradores son mujeres. Ayuda, a este auge muñequero, saber que las maniobras de la seducción cada vez se automatizan más. El romanticismo ha quedado varado entre mensajes de textos abreviados y compañeros de ruta a pila. El cuerpo a cuerpo no sólo ha desaparecido a la hora de las confidencias. También la vida amorosa viene soportando el fuego intenso de un internet que te deja acceder a todas las ocurrencias. Los cónyuges se han vuelto muy impacientes. Hoy crece la venta de artefactos y aumentan los divorcios. La ecuación es elocuente. Cuando la pasión se empieza a apagar, estos muñecos bien dotados pueden animar las funciones nocturnas de esas parejas demasiado acostumbradas.
Crece la venta de artefactos eróticos y aumentan los divorcios. Cuando la pasión se empieza a apagar, los muñecos bien dotados pueden animar las funciones nocturnas de esas parejas demasiado acostumbradas
Habrá que recorrer los bazares para tratar de encontrar un obsequio que pueda mejorar las ganas una argentinidad que a esta altura necesita más un consolador que una muñeca erótica. Las mujeres han sentido que los empresarios chilenos las ubicaron como figuras decorativas que sólo inflan y excitan. Y ministros y empresarios se deshicieron de la boca para afuera en disculpas. No es fácil hacer bromas. Con esto del género uno tiene miedo hasta de hablar bien de las mujeres. Mirar fijo puede ser sexista. Lo de los chilenos fue muy lejos es cierto, pero los economistas y empresarios son maestros a la hora de inflar expectativas. Como algunos novios, prometen mucho en plena campaña conquistadora, pero achican su producto bruto cuando llegan a la cama.
Macri tomó nota de este ejercicio trasandino y anda con ganas de encargar algunas muñecas inflables para animar a un empresariado que le sonríe mucho pero le invierte poco
Por suerte la industria y la ciencia ofrecen un repertorio de sustitutos y refuerzos como para poder acotar ausencias y percances. Aseguran que las zonas excitantes de estos nuevos muñecos son lo más logrado. El catalogo para ellos adelanta que el comprador se sentirá a gusto con esta señora que rinde y no gasta, que hace su parte y se va a dormir al placard, obediente y cumplida, que hace lo que tiene que hacer y se aquieta, gustosa y complacida.
El catálogo para ellas también es seductor. El Instituto de Ciencias Industriales avanzadas de Tokio, tiene listo un elenco de replicantes varones, bien dotados, melosos y aguerridos, que a más de un marido lo puede acobardar. Por que reciben con una sonrisa a la doña, no preguntan cuánto costó ese vestido y a la hora de salir a la cancha nunca fallan, ni con el empujón ni con la pelota parada
Una empresa de California, Abbys Creations, permite que el cliente elija tamaño, rostro y otros detalles. Incluso que pueda clonar los rasgos de aquella novia que nos dejó con ganas. El año que viene sacará una línea de muñecas que se calefaccionan al tacto y de otras que se escuchan y opinan. Agregan que la inteligencia artificial sumará el componente aleatorio: el objetivo es que durante el encuentro sexual puedan suceder cosas al azar, como desganos inesperados o fugaces enojos, para poder añadirle contratiempo y naturalidad a la función.
Los ministros de economía han encontrado tantas metáforas para explicar sus barquinazos, que ahora en Chile, con mucha ironía, el empresariado le dio más artificio a los planes siempre optimistas de estos ministros que te amagan con un futuro venturoso mientras te golean con un presente demoledor. Macri tomó nota de este ejercicio trasandino y en el retiro marplatense salió al cruce de cualquier aliado impostado. Anda con ganas de encargar algunos anuncios inflables para animar a un empresariado que le sonríe mucho pero le invierte poco. Y como llegan nuevos semestres, considera que cualquier obsequio erótico puede ser bueno para estimular una economía que se acorta y para acabar con una inflación que se alarga. Su plan es darles juguetes extras a una dotación de ministros desinflables que han pasado de la eyaculación precoz ante las tarifas al fantasma de la impotencia ante el despegue. ¿Pero cómo acabar con lo de siempre sino se empieza nunca?
(*) Periodista y crítico de cine
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
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