Una mujer se quemó a lo bonzo en la zona de Parque Castelli

Un taxista que circulaba ayer a la tarde por 71 entre 23 y 24 se topó con una escena tan dramática como inesperada: una mujer que acababa de prenderse fuego a lo bonzo, en la vereda de una casa. Clavó los frenos, bajó del auto y corrió hacia donde estaba la víctima, para apagar las llamas con lo que tenía a mano.

“Pidió agua y usó trapos”, dijo un policía. En medio de la desesperación, tocó el timbre en la casa más cercana, cuya dueña creyó en un principio que se trataba de una maniobra para asaltarla (tan inverosímil resultaba la historia), hasta que se asomó por una ventana y vio a su vecina tirada, con las prendas quemadas y un bidón al lado. Era la nafta con la que se había rociado instantes antes.

De inmediato llamaron al 911, mientras aquellos que conocen a la mujer se contactaban con su hija. Esta llegó enseguida. La escena fue desgarradora.

La víctima, que tiene 52 años y según fuentes policiales y judiciales “padece un profundo cuadro de depresión”, tendría antecedentes de autolesiones e intentos de suicidio. Una ambulancia del Hospital Naval la trasladó de urgencia al San Martín, donde anoche continuaba internada en estado crítico, dijeron fuentes de la Policía.

“Sufrió quemaduras en todo el cuerpo y tiene muy comprometido el sistema respiratorio”, completó un vocero.

Por lo que trascendió, la mujer vivía sola y tenía varias mascotas. En su casa hallaron anoche dos cartas: una despidiéndose de su hija y otra encargándole a una conocida que cuidara de los animales. En el lugar trabajó la comisaría Quinta.