En La Loma se reavivó el temor tras el caso del vecino baleado en un robo

El reporte oficial de la Policía reflejó que a un hombre de 31 años lo balearon anteayer en La Loma, porque se había resistido a un asalto. Sin embargo, en el barrio desmintieron esa versión y señalaron que el ataque se produjo aún cuando la víctima entregó todas sus pertenencias.

De todas formas, más allá de esa diferencia de matices, el hecho no hizo más que reavivar el temor en una zona castigada, donde sigue vigente el reclamo de más seguridad.

Eran las 21 de un sábado caluroso que invitaba a estar afuera. La víctima salió de su casa y caminó unos metros hasta la esquina de 24 y 34. Andaba solo y cuando “vio a dos personas sospechosas escondidas en la oscuridad” decidió cruzarse de vereda, según contaron en la cuadra.

Rápidos de reflejos y sin que nadie más pudiera ser testigo de la situación -ni prevenir lo que luego pasaría-, los delincuentes salieron a seguirle el paso.

La víctima, que fue identificada como Nicolás Andrada, nunca llegó como tenía previsto a tomar un micro a la Circunvalación. Al joven lo abordaron allí a punta de pistola para sustraerle lo que llevara encima.

Después de que lo amenazaran con el arma, el damnificado no pudo zafar de la situación. Según él le habría contado a una comerciante del barrio, “le tiró sus cosas al suelo” sin resistirse en ningún momento al asalto.

un tiro en la pierna

Pero su obediencia no alcanzó para salir ileso. Como reflejó este diario en su edición anterior, uno de los delincuentes tiró del gatillo de la pistola y una bala terminó por lastimarlo en una pantorrilla, aparentemente luego de que el proyectil rebotara en el piso.

Según se informó oficialmente, los delincuentes habrían escapado en una moto de la que se desconoce cómo era. Bastaron segundos para que las dos siluetas desaparecieran de escena con velocidad.

En dirección opuesta a la que tenía en un comienzo, el herido llegó hasta la esquina de 24 y 35 en busca de alguien que lo pudiera auxiliar.

Fue en una verdulería de esa esquina donde, primero, pensaban que estaba bromeando cuando lo vieron llegar dando saltos sobre la pierna sana.

“Hubo también un policía que paró y llamó al 911”, contaron en ese comercio. Ahí aseguraron que la respuesta de los efectivos de la jurisdicción fue inmediata, pero que la ambulancia del 107 “no llegaba más”.

Entonces, otra vez, los policías debieron cumplir con el traslado sanitario hasta el hospital más cercano, en este caso el Italiano de 51 entre 29 y 30.

En el centro médico lo curaron y le dieron el alta algunas horas después. Ayer a la mañana el joven fue visto en la puerta de su casa, en compañía de sus familiares y con el rastro de la herida de bala.

Los motochorros responsables de este ataque todavía no fueron capturados. Hubo quejas sobre calle 24 respecto a la falta de prevención de estos robos, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos meses se repitieron los asaltos callejeros, siempre violentos. Además, apuntaron a un galpón de la zona que los delincuentes suelen usar como refugio.