El Centro de Amparo busca ayuda para una familia

La frase “Ni una menos” en el Centro de Amparo de City Bell es un lema diario. Para eso trabaja permantemente el equipo interdisciplinario que conforma esa institución de City Bell que brinda apoyo y contención a las víctimas de violencia familiar de la zona. Esta semana, Violeta Ricciardi, su presidenta, se communicó con Norte para comentar que una de las tareas realizadas en los últimos meses -que la llenaba de alegría-, retrocedió varios pasos: una de las mujeres a las que brindan asistencia, y a la que habían rescatado de situación de calle, volvió a ser golpeada por un familiar directo y está nuevamente sin hogar.

EN PRIMERA PERSONA

Violeta se comunicó con Norte angustiada, el miércoles por la tarde. Hace unas semanas había estado en la redacción junto a Karina Daloi, una vecina de City Bell de 37 años, que tras serios inconvenientes con su familia, decidió abandonar su hogar. Sus 6 hijos -que tienen entre 6 y 17 años- habían quedado al cuidado de su abuela, la propietaria de la casa que habitan todos.

Karina pasó un mes entero viviendo en la calle; yendo a dormir todas las noches al Hospital de Niños.

“No tenía trabajo y la situación de violencia familiar hizo que me sintiera totalmente perdida. Anduve en la calle un mes entero; a los nenes los veía, pero no encontraba salida. Una amiga me acercó al CAF y ahí me sentí contenida. Enseguida me dieron un café caliente, un abrazo y vieron la forma de ayudarme”, contaba Karina semanas atrás.

Violeta relataba que enseguida se pusieron en acción: “les reclamamos la cuota de alimento a los padres de los chicos; fuimos a la escuela de los nenes a explicar la situación; conseguimos tramitarle la asignación familiar y conseguimos un acercamiento con su familia. A tal punto, que logramos que volviera a su casa”.

Además, Karina ya estaba preparando las dos materias que le quedan para finalizar el Bachillerato y realizó un curso de manicura con salida laboral en la Fundación Avon, todo bajo la asisitencia del CAF.

“A veces uno no puede solo; necesita que lo ayuden. El CAF me ayudó a verme mejor, que mis hijos me vean mejor; pude demostrarles que se puede salir de una situación extrema”, contaba Karina, a quien se le llenaban los ojos de lágrimas a contar algunas de las cosas que desde hace poco podía darle a sus hijos: “cuando pasa el pochoclero los domingos, puedo darle 10 pesos a los más chiquitos para que se compren eso que quieren tanto y siempre habìa tenido que negarles; al más grande, puedo darle los 30 pesos para la cancha, para que pueda ir a jugar al fùltbol, sin que se lo tengan que pagar los amigos”.

OTRA VEZ SIN HOGAR

Este martes, la situación de Karina se volvió a complicar. Nuevamente hubieron golpes en su casa y la situación volvió a ser extrema. Por lo tanto, dejó su hogar nuevamente.

Esta semana, el CAF logró albergarla en un hotel, “con ayuda del Municipio”, según dijeron. Pero buscan alquilarle una pieza o algún lugar donde vivir. Y para eso apelan a la ayuda de la comunidad.

“Si alguien tiene algún espacio para alquilarle, nosotros nos comprometemos a gestionar todo. Karina es un ejemplo a seguir; de que de la violencia hay retorno: que uno se puede valorar, se puede volver a querer a sí mismo; de que la autoestima se recupera y de que a partir de allí todo vuelve a tener sentido. Queremos ayudarla a salir del todo de esta problemática y en eso estamos”, dice Violeta.

CONTACTO

El CAF está ubicado en la calle 466 entre 19 y 21 de City Bell.

Sus teléfonos son 480-1868 y (15) 501 6155; el correo: centroamparocitybell@yahoo.com.ar.