Por organizar fiestas clandestinas, multas de hasta $ 950.000

De la mano de las redes sociales, se sabe, proliferan las fiestas clandestinas en las que se convoca de manera masiva, se cobra una entrada y se venden bebidas alcohólicas, todo sin autorización municipal. En estos últimos días, entre la Comuna y la Justicia suspendieron 15 reuniones de esas características, promovidas por lo general como festejo de fin de año o de despedida de egresados. En cada caso se labraron multas y se iniciaron investigaciones penales a los dueños de los salones y los organizadores.

Esas fiestas, ilegales porque no cuentan con la debida habilitación para realizarlas, habían sido denunciadas por vecinos, detectadas por el mismo Municipio a través de las redes sociales o promocionadas en la vía pública. El objetivo de los operativos que se vienen realizando contra esos encuentros son acciones, según señalaron fuentes comunales, “para impedir situaciones de riesgo e inseguridad”.

Las clausuras fueron impulsadas, en conjunto, desde secretaría de Legal y Técnica y la subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadano, que articularon los procedimientos con la Fiscalía local.

“En cada situación detectada se formaron causas por los informes de convocatorias y se trabajó con la debida notificación a los organizadores por parte de los comisarios de cada zona”, se informó al respecto de la intervención judicial en la etapa previa de los festejos.

En ese marco, se precisó que “se iniciaron también investigaciones penales preparatorias por defraudación al fisco, corrupción de menores y pornografía infantil en la red, a raíz de diversos materiales detectados por la fiscalía; así mismo se descubrió que en una casa privada se vendía alcohol”.

Como parte de las investigaciones que se viene realizando para evitar el desarrollo de fiestas que no cuenten con la debida habilitación municipal, según se indicó, se ejecutaron tareas de monitoreo en redes sociales, se detectaron dónde y cuándo se iban a llevar a cabo y luego se procedió a clausurarlas “a fin de garantizar la seguridad y la tranquilidad pública”, explicaron las mismas fuentes.

Los operativos se realizaron también a partir de las denuncias vecinales que se recibieron en los números de atención al vecino 0800-999-5959 y los celulares habilitados por Convivencia y Control Ciudadano para ese fin: (221) 15-6372-179 o (221) 15-6372-356.

Acciones legales y sanciones

Para evitar, según se explicó, “cualquier situación de peligro en fiestas que en muchos casos no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad y no tienen autorización”, la Comuna implementó un plan de diversas acciones.

En ese contexto, se anticipó que se denunciará penalmente cada fiesta clandestina que se detecte: “Está previsto accionar legalmente no sólo contra los organizadores, sino contra los dueños de las propiedades en las que se realicen e incluso contra los disc-jockeys”.

El secretario de Legal y Técnica platense, Darío Ganduglia, subrayó, además, que “las sanciones podrían incluir desde la clausura del lugar, hasta multas de 950 mil pesos y arresto de sus organizadores”.

De acuerdo a lo que planteó el funcionario, “para esas situaciones puede entrar en consideración la peligrosidad del infractor y el riesgo común creado, mientras que en el ámbito penal podría aplicarse la figura de ‘desobediencia’ , que tiene hasta un año de prisión, y resistencia a la autoridad agravada, hasta dos años, con sumatoria de penas”, concluyó.

Controles

Ya al principios de diciembre, cuando se avecinaban las fechas en que se multiplica esta clase de reuniones que suelen convocar al público joven, el subsecretario de Convivencia y Control Ciudadano, Roberto Di Grazia, adelantó que “no vamos a tolerar eventos que no hayan sido autorizados por todos los organismos que marcan las normas vigentes”.

En esa oportunidad el funcionario de la repartición municipal de fiscalización con sede en 20 y 50 definió a las fiestas clandestinas, pasibles de clausuras, a aquellas que “se desarrollan en un marco de masividad, con venta de entradas y alcohol y no cuentan con la debida autorización”. Di Grazia añadió, en ese sentido, que “son espacios que funcionan como boliches encubiertos, al aire libre, y en su mayoría sin papeles”.

El 1º de enero de 2016 murió una joven de 26 años durante una fiesta ilegal que tuvo lugar en una casaquinta de Melchor Romero. Se ahogó en la pileta de natación de la propiedad.