Hallan restos del avión ruso que cayó al mar y descartan atentado
| 27 de Diciembre de 2016 | 02:37

MOSCU.- Los equipos de rescate rusos encontraron ayer en el Mar Negro importantes restos del avión militar Tu-154 que volaba con destino a Siria siniestrado el domingo con 92 personas a bordo, mientras las autoridades descartaron un atentado terrorista como causa de la catástrofe aérea.
En tanto, sigue la búsqueda de las cajas negras, complicada por el hecho de que en el caso de los vetustos aviones Tupolev, éstas no emiten señales de radio para facilitar su localización. Por el momento, los buzos localizaron el fuselaje del avión, en cuyo interior podrían encontrarse la mayoría de las víctimas mortales del siniestro, a 1,7 kilómetros de la costa y a una profundidad de 27 metros. Ahora se están estudiando las posibilidades para izarlo a la superficie, según explicaron integrantes del operativo de búsqueda del que participan más de 3.500 personas con embarcaciones, helicópteros, drones y batiscafos. Hasta ahora se recuperaron once cuerpos.
El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, antiguo KGB) señaló que no existen pruebas de que el Tu-154 hubiera sufrido un atentado terrorista. Las principales causas de la tragedia que manejan los investigadores, según una nota del FSB, son las de un posible “impacto de objetos en los motores, combustible de mala calidad que podría haber ocasionado un fallo de los motores, error de pilotaje o una falla técnica del avión”.
Rusia vivió ayer un día de duelo nacional en memoria de las víctimas de la tragedia aérea. Las principales cadenas de televisión del país cambiaron su programación, de la que retiraron programas humorísticos y de entretenimiento.
En la nave siniestrada viajaban militares, nueve periodistas y 64 integrantes del coro y conjunto de danza Alexandrov del Ejército ruso, que iba a animar la celebración de Año Nuevo en la base aérea siria de Hmeymim, donde Rusia tiene desplegada una agrupación de aviones de guerra.
Entre los pasajeros también se encontraba la presidenta de la fundación “Ayuda Justa”, la doctora Elizaveta Glinka, quien llevaba medicamentos para las víctimas de la guerra en Siria. El avión, de tres motores y con capacidad para 180 pasajeros, procedía de Moscú y había hecho escala para recargar combustible en el aeropuerto de Sochi (Mar Negro). Minutos después de despegar rumbo a Siria, el aparato se precipitó al mar sin que sus tripulantes hubiesen dado aviso a la torre control de alguna emergencia o desperfecto a bordo.
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