Le pidió a un vecino que arreglara un caño y casi la matan a golpes

Un caso de violencia urbana, que ocurrió en el mes de agosto pasado, pero que recién trascendió ayer con la detención del acusado, mantuvo en vilo a un sector de Berisso, en el barrio Villa Argüello.

Según indicaron a este diario fuentes policiales, una mujer de 63 años, que vive en la calle 9 entre 132 y 133, decidió pedirle a un vecino la reparación de un caño, que inundaba su propiedad. Pero la respuesta a ese reclamo fue brutal, impensada.

Siempre a decir de los voceros consultados, el dueño de la vivienda lindera empezó a golpearla en distintas partes del cuerpo y hasta la habría metido de cabeza en una zanja, con clara intención de asfixiarla.

Cómo alcanzó la víctima a zafar del agresor, no está del todo claro. Pero lo cierto fue que, malherida, llegó a su vivienda casi a la rastra y el esposo la tuvo que llevar de urgencia al Instituto del Diagnóstico.

Se supo que estuvo internada en terapia intensiva, donde los médicos, con gran esfuerzo, lograron estabilizarla.

LA CAUSA

A partir de ese instante, con la denuncia que efectuó el esposo de la mujer, que fue identificada por la Policía como Emilce Francisca Segovia, personal de la DDI comenzó una investigación, que terminó con un pedido de detención de parte de la fiscal Leila Aguilar, que convalidó la jueza de garantías Marcela Garmendia.

En la causa, que fue caratulada como tentativa de homicidio, se tomó en consideración que “la mujer había ido a la casa de su vecino, para decirle que arregle un caño de agua, que estaba perdiendo. Pero, lejos de escucharla, la tomó fuertemente del brazo y, la tiró al suelo, provocándole varias lesiones, dándole incluso varios golpes de puño a la altura del pecho y patadas en sus caderas, arrastrándola luego hasta una zanja, donde le sumergió la cabeza en el agua, con claras intenciones de matarla, provocándole lesiones de carácter graves”, detalló un jefe policial en diálogo con EL DIA.

“Se logró identificar al vecino como Carlos Alberto Méndez Paredes, a quien en un primer momento no encontramos en su domicilio”, agregó.

Sin embargo, a partir del aporte testimonial de varios frentistas, se pudo corroborar que el sospechoso, que es colocador de durlock, estaba trabajando en una obra de las calles 180 y 520, en Abasto. Y hacia allí se dirigió la comitiva de la Dirección de Investigaciones de nuestra ciudad.

Finalmente, sin que opusiera resistencia, Méndez Paredes fue retirado esposado de su trabajo y ahora deberá dar varias explicaciones ante la Justicia.

En tal sentido, los voceros explicaron que en las próximas horas la fiscal Aguilar le recibiría la declaración indagatoria y, por los cargos que se le endilgan, seguramente podría continuar detenido.