Una salida que evidenció diferencias internas

C laudio Bernard, vocal titular de Estudiantes, presentó ayer su renuncia indeclinable al cargo. Es el segundo dirigente en dejar -formalmente- la Comisión Directiva. Lo hizo “por problemas personales” y acusando “cansancio y desgaste”. El lunes por la noche, luego de una fuerte discusión en la Sede Social decidió alejarse para no volver más. Lo mismo que ocurrió con Eduardo Ruesta un año atrás, pero con otro foco de conflicto.

En aquella oportunidad la pelea había surgido en el área de marketing y las palabras cruzadas del renunciante habían sido con el presidente Juan Sebastián Verón. Ahora la discusión se originó por la falta de hinchas visitantes en el partido contra Talleres. Un dirigente acusó a Bernard de ser el responsable de eso y que el Club podría haber recaudado dinero.

Palabras más, palabras menos, acusaciones, gritos y un modo que se ha puesto de moda en el primer piso de la Sede. Suficiente para que Bernard tomara la decisión de irse, como antes lo pensaron otros dirigentes pero que no llegaron tan lejos.

La renuncia la decidió el lunes por la noche, pero recién ayer se hizo efectiva. Se la entregó en mano a Martín Gorostegui en su rol de secretario general y sólo se lo comunicó telefónicamente a una persona: Eduardo Abadie.

Fue Abadie quien lo llevó a formar parte de la CD que encabeza Verón. Días antes de cerrar la lista fueron presentados y desde un primer momento formó parte del área de seguridad. El ex presidente también había acercado a Eduardo Ruesta, el primer renunciante.

La salida de Bernard en buena medida exterioriza los problemas internos que están partiendo en dos a la Comisión Directiva. De un lado está el área de fútbol y del otro un grupo de dirigentes vinculados a las finanzas, los socios y las relaciones públicas. Bernard estaba más cerca de este grupo, por eso su salida causó sorpresa. Quienes lo conocen aseguran que se cansó de ser parte de una interna que para la mayoría “no conduce a nada” y que empezó a no disfrutar ser parte de la CD. Por eso cortó por la sano, y se marchó.

Consultado por este medio, un dirigente del grupo con el que discutió minimizó el episodio, dijo que el problema de Bernard es un cansancio que se podría haber resuelto con un descanso. Eso sí, no se mostró de acuerdo con el momento elegido para renunciar.

Un mes atrás otro dirigente que estuvo a punto de renunciar fue el vice segundo Osvaldo Lombardi, también cansado de las internas y de que el mismo dirigente que increpó a Bernard no dejara subir a su hijo en la combi que trasladó a la comitiva albirroja a la cancha de Gimnasia, el día del clásico.

Otro foco de conflicto está relacionado con las entradas de protocolo. En cada partido le entregan a cada miembro de la CD un par, como corresponde y se realizó históricamente. Pero los dirigentes que están en el área de fútbol no reciben ninguna y más de un cruce de palabras ya se produjo por eso.

Como si fuera poco, días atrás se suspendió la cena de fin de año que iba a realizarse en el Pasaje Dardo Rocha, porque el presidente Verón iba a estar de viaje por China. Dicho viaje hasta el momento está en duda de realizarse.

El fin de año encuentra a la CD albirroja con los ánimos alterados. Terminar el estadio, defender la punta en el campeonato, el posible regreso de Verón al fútbol y armar el plantel para la Libertadores 2017 son temas que están encontrando más cortocircuitos de los imaginados en su momento. El fin de año, quizás, le vendrá bien a más de uno.