Casa Licht: hicieron ver a la Ciudad y cierran tras 85 años

Después de más de ocho décadas de actividad en el rubro óptico de la Ciudad, baja la persiana de manera definitiva la casa Licht, por donde pasaron varias generaciones de platenses en busca de una solución a sus problemas con la vista.

Pasar por 7 entre 46 y 47, frente a la sede del Banco Provincia, para muchos vecinos a lo largo de toda su vida, era ver, entre otro puñado de comercios, la óptica fundada por José Licht, un inmigrante de origen alemán que instaló el local en 1931, cuando la especialidad, que comenzaba a mostrar un fuerte desarrollo en el mundo, todavía no estaba tan arraigada en la joven capital provincial.

DE MÜLHEIM A LA PLATA

El tradicional negocio abrió sus puertas a instancias, como se dijo, de Licht, que había decidido dar un vuelco en su vida, abandonar la relación de dependencia que lo unía a una reconocida cadena de ópticas y, junto a su mujer, María Luisa Martina, forjar su propio camino.

La de Licht, que había nacido en 1905 en la ciudad alemana de Mülheim, fue otra de las historias de inmigrantes que llegaron a esta ciudad con la esperanza de un futuro mejor y consiguieron su propósito. En 1923 llegó a la Argentina dejando atrás un país y un continente devastado por la guerra. Tenía apenas 18 años y se instaló en La Plata. Traía consigo el título de óptico técnico y el ferviente deseo de empezar una nueva vida.

Comenzó a trabajar en una de las primeras ópticas que tuvo la Ciudad, donde conoció a quien luego fue su esposa, su compañera en la atención de su emprendimiento propio y la madre de sus tres hijos: Jorge Carlos, José Flavio -más conocido como “el Negro”- y Hugo Federico.

Instalado definitivamente en La Plata construye su proyecto familiar en una casa situada en el fondo del negocio de la avenida 7. Allí, al frente, montó la óptica Lagleyze, que luego pasó a llamarse Licht.

CON EXTENSIÓN EN BERISSO

Estudioso y siempre en busca de actualizarse en una especialidad que ganaba en tecnología año tras año, José Licht también fue, junto a otros colegas, el fundador del Colegio de Ópticos de La Plata. Entregado por completo a la vida social platense compartió, además, el crecimiento del Club Alemán e impulsó el Club Motociclistas de La Plata.

Convertida, con los años, en un emblema de la Ciudad de La Plata, los tres hijos de José continuaron el legado de su padre -que falleció, a los 89 años, en 1994- y se fueron especializando en la óptica y en técnicas de fotografía. El emprendimiento se extendió a una sucursal en Berisso, que seguirá con su actividad normalmente.