Aburrió atacando y se lamenta por no haber retenido a otro número 9

Mereció ganar, pero su gol llegó por un horror del arquero de Tigre. Mendoza o Anselmo, uno debió quedarse

Por

Martin Mendinueta

OPINIoN

E n un torneo donde Colón es puntero en la Zona 1 y Atlético Tucumán en la Zona 2 (ambos con puntaje ideal), Estudiantes se mira al espejo y todavía no se reconoce como un equipo de identidad definida. Después de haber tomado muchísimas decisiones que, entre incorporaciones y salidas, terminaron cambiando drásticamente la conformación de su plantel, su gente esperaba una cosecha de puntos superior.

Ante Tigre no sufrió un problema de mala suerte. Aunque parezca extraño, la expulsión de un defensor rival (Rodrigo Erramuspe) lo terminó complicando. Once contra once, el “León” se perfilaba bien. El panorama cambió cuando Tigre quedó con uno menos. Si bien los dirigidos por Mauro Camoranesi fueron obedientes tácticamente y sacrificados en el despliegue defensivo, Estudiantes se convirtió en un dominador de búsqueda tan reiterativa como ineficaz. Mediante una tenencia de balón improductiva, verlo atacar resultó un espectáculo aburrido. Monótono, sin variantes ni cambios de ritmo, el equipo de Vivas jamas encontró un guía en tres cuartos de cancha. Hasta ahí si tuvo en el “Rusito” Ascacibar a un conductor valiente y decidido a marcar el camino inicial de cada intento.

La inclusión de David Barbona terminó siendo una apuesta de nulo beneficio. Le costó hacerse cargo de manejar la pelota en las inmediaciones del área rival. Quizás haya sido un error asignarle semejante responsabilidad a quien, desde que arribó al club, nunca jugó en un nivel que lo posicionara como titular indiscutido. ¿Y Juan Cavallaro? ¿Acaso no lo incorporaron pensando en que podía asumir esa responsabilidad? La realidad del ex-Unión y San Lorenzo marca que todavía no entró en sintonía. Toca y pasa pelotas que no lastiman. Por algo Vivas no lo incluye desde el inicio.

Si a esto le sumamos que la lesión de Viatri obligó a transformar a Carlos Auzqui nuevamente en delantero central, el debate en la tribuna se torna todavía más intenso. El problema no es Auzqui (no fue ni el mejor ni el peor en Sarandí). El error fue haber dejado ir a Diego Mendoza y a Federico Anselmo al mismo tiempo, sin haberse asegurado antes la llegada de otro delantero referencial. La dirigencia creyó que iba a llegar Sebastián Rincón, el colombiano que mostró categoría en la habilitación a Federico González, para que fusilara a Sappa y que también “sacó a pasear” a Schunke en una corrida imborrable.

El tema es que Tigre no quiso desprenderse del atacante y ahora Estudiantes, con Viatri lesionado, se lamenta por no haber dejado a un “nueve” natural como recambio en City Bell. Esa fue una macana. No actuaron con previsión. Tamaña decisión de política deportiva hoy deja rengo a un plantel de individualidades interesantes. Cuando todo parece estar claro en la estructura del arco, la defensa y la primera línea de mediocampistas, las incógnitas se filtran sin pedir permiso en la nueva identidad ofensiva.

QUINTANA SE HIZO VER

No todas fueron situaciones agrias en los pagos de Don Julio Grondona. Hubo una grata aparición que provocó varios comentarios de tono alentador. Un nuevo apellido se metió en la conversaciones de los hinchas.

Vivas esta vez hizo los cambios a tiempo y demostró clara ambición para ir a buscar el triunfo. Confió en el juvenil Facundo Quintana y este supo aprovechar la oportunidad. Dos veces estuvo muy cerca de convertir (una se la negó el palo izquierdo y en la otra, un elogiable esfuerzo de Martín Galmarini). La gente lo aplaudió y lo merecía porque demostró tener al arco rival como objetivo central de cada una de sus intervenciones. ¿Por qué no probar en Mar del Plata, ante Aldosivi; con Auzqui por la izquierda y Quintana bien de punta? Más allá de que no sea un nueve natural, me parece atinado darle una oportunidad como titular.

La única decisión que podría cuestionarse Nelson Vivas es no haber sacado antes a Barbona, que estuvo entre los rendimientos más bajos. Después, no fue culpa del técnico que Gastón Fernández desperdiciara a los 31 minutos del primer tiempo la mejor situación para abrir el marcador. La tiró por arriba del travesaño. Allí no faltó buena suerte; faltó buena puntería.

Ahora, con los que están en el plantel, Estudiantes tendrá que lograr mayor eficacia ofensiva. El desafío es para el director técnico, pero sería bueno escuchar la autocrítica de los que toman las decisiones más fuertes.

Atlético Tucumán
Carlos Auzqui
David Barbona
Diego Mendoza
Federico Anselmo
Juan Cavallaro
Mauro Camoranesi
Rodrigo Erramuspe
San Lorenzo
Sebastián Rincón

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