Reflotan proyecto para mudar la zona roja al corazón del Bosque
| 26 de Febrero de 2016 | 02:16

La creciente polémica por los trastornos en la denominada “zona roja”, en la que los vecinos ahora denuncian la proliferación de la venta de droga, reflotó en el Concejo Deliberante un antiguo proyecto para mudar el área del “trabajo sexual” a la zona del Bosque.
Se trata de una iniciativa que se encuentra trabajando el presidente del cuerpo deliberativo local, Fernando Ponce, en base al antecedente de lo implementado en la Ciudad de Buenos Aires en ese sentido, que derivó a la prostitución callejera que se apostaba en las calles de Palermo a la zona de El Rosedal.
El proyecto, que aún se está confeccionando y se comenzará a debatir en los próximos días con los sectores involucrados, ya había sido impulsado en 2012 con una idea similar, desatando entonces una fuerte polémica.
Según pudo saber EL DIA, la idea base del borrador de ordenanza que se estudia propone establecer como “zona de trabajo sexual” al área comprendida por la avenida Iraola, desde 119 hasta el cruce con la avenida Centenario, todas calles internas del circuito del Bosque.
Pero, además de disponer una especial guardia policial, la instalación de baños químicos y cestos especiales de residuos, el proyecto que se impulsa establece una hora para la circulación de trabajadores sexuales: desde las 10 de la noche y hasta las 6 de la mañana.
La medida también atiende a una intensiva campaña de “educación y prevención de enfermedades de transmisión sexual”.
PREOCUPACION VECINAL
En diálogo con EL DIA, Ponce explicó que la idea es arribar a un proyecto final de ordenanza tras un debate del que participen los vecinos de la actual zona roja, ong de colectivos trans y representantes de trabajadoras sexuales, así como otras entidades intermedias de la sociedad civil que busquen participar.
Las quejas y la preocupación vecinal por los trastornos que provoca la proliferación del trabajo sexual en la zona de la plaza Matheu, de 1 y 66, y sus alrededores, no es nueva. Los reclamos en ese sentido son recurrentes y los conflictos callejeros, moneda corriente. Y también afecta a las zonas de los colegios Normal Nº2, en diagonal 78 entre 4 y 5, y Albert Thomas, en 1 entre 58 y 59.
Sin embargo, ahora los vecinos de las inmediaciones de esa plaza se quejan de que el trabajo sexual en la vía pública también devino en la venta de droga y hasta llegan a renombrar el lugar como “la zona blanca”, en alusión a la venta de cocaína.
POLEMICA
El impulso de Ponce había sido una promesa de campaña del intendente, Julio Garro, quien ayer subrayó que “la idea tendrá siempre una impronta inclusiva y de rescate y contención de los trabajadores sexuales que quieran abandonar esa vida orientándolos para que obtengan otra salida laboral”.
En diálogo con EL DIA, el jefe comunal insistió en que el proyecto que avanza “de ninguna manera buscará coartarlos ni discriminarlos”.
La iniciativa ya había sido planteada en 2012 por el ex concejal Javier Pacharotti, luego de que un estudio sobre la problemática arrojara que la circulación constante de travestis, transexuales y prostitutas por la zona devaluara las propiedades hasta un 50% y provocara serios trastornos en la vida cotidiana de las familias.
Sin embargo, por distintos motivos derivados de la polémica que provocó en su momento, hasta ahora no pudo ser llevado a cabo.
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