Ensenada: un joven fue asesinado de varias puñaladas frente a su pareja
| 12 de Marzo de 2016 | 02:38

Un joven de 32 años fue asesinado ayer de varias puñaladas frente a su pareja y en su casa del barrio Cambaceres, en Ensenada. La versión fue más fuerte es que se trató de un robo, aunque la justicia investiga otras posibilidades. Horas después del crimen detuvieron a un hombre de 50 años que vive a 10 cuadras de la víctima y estaba golpeado. Lo que nadie discute es la saña con la que mataron a Juan Pablo Rigotti (32).
Todo pasó alrededor de las 16.30 en una casa de dos plantas situada en Francisco Cestino entre Independencia y Libertad, de Ensenada.
Por lo que contaron algunos familiares de la mujer de la víctima, a esa hora un delincuente accedió a la propiedad después de treparse al balcón del dormitorio del primer piso. Tenía un cuchillo.
Al escuchar ruidos, Rigotti subió a la habitación y se topó cara a cara con el intruso. ¿Lo reconoció del barrio? ¿O nunca lo había visto? “No lo sabemos”, coincidieron distintas fuentes consultadas por este diario.
Aparentemente el joven no tuvo ninguna chance de oponer resistencia, ya que el agresor lo redujo colocándole un cuchillo en el cuello. De ese modo lo hizo descender las escaleras hasta la planta baja, donde estaba la pareja de Rigotti, Alejandra Martínez (27).
“Este hombre empezó a gritar que quería plata y a amenazarlos de muerte”, contó a EL DIA el padre de la chica, Omar Raúl Martínez (65), confirmando que el criminal se apoderó de “800 pesos, una cámara fotográfica y un celular”.
Lo que tampoco se sabe es si después de eso, o en medio de un intento de resistencia, el asesino le abrió a Rigotti un corte en el cuello, antes de acertarle, por lo menos, cuatro puñaladas más.
Una de esas cuchilladas lo perforó cerquita del corazón. El homicida escapó, dejando a Juan Pablo herido de muerte y a Alejandra con algunos cortes en sus manos. Una ambulancia los trasladó a los dos al hospital Cestino, donde el joven murió a las 5 en punto de la tarde.
La chica fue asistida de las heridas. “Le vendaron las manos porque este hombre la lastimó cuando ella intentó defender a Juan Pablo”, agregaron los familiares de Martínez.
Mientras la ambulancia llevaba a la pareja hasta la guardia, aquella cuadra de Francisco Cestino se fue llenando de patrulleros, policías y peritos, cuyos movimientos eran observados por los vecinos que se acercaron a la escena con la misma rapidez con la que la noticia corrió por el barrio.
“gritaba ‘te mate’ y se reia”
Parado en la vereda de la casa donde pasó todo, el suegro de Rigotti reprodujo lo que le contó su hija, sin poder dar crédito a la saña del asesino: “Lo terrible es que después de acuchillar a Juan Pablo, le gritaba `te maté, te maté`. Y mientras se escapaba por el mismo balcón por el que entró, la miró a mi hija, le mostró la cuchilla y se le rió”.
Fuentes judiciales y policiales refirieron que el sujeto escapó corriendo y una cámara callejera registró su paso. Con ese material y la descripción que del atacante hizo la pareja de Rigotti, policías del gabinete de Homicidios de la CDI detuvieron horas después a un acusado.
Tiene 50 años, vive a 10 cuadras de la víctima y lo aprehendieron en la puerta de su casa, con golpes. No trascendió si tenía las prendas manchadas con sangre, ni si hallaron un cuchillo.
Al cierre de esta edición los pesquisas trabajaban en el domicilio del sospechoso, que quedó alojado en la CDI. Seguramente hoy será indagado por la fiscal Virginia Bravo, quien estuvo en la escena y caratuló el caso, por ahora, como “homicidio”. De confirmarse la versión del asalto, la calificación será más grave.
“Dado vuelta”
Los investigadores no dejaron trascender muchos datos del principal acusado. “Mi hija contó que el asesino tenía los ojos dados vuelta, estaba borracho y drogado”, reveló el padre de Alejandra, un conocido electricista de autos en Ensenada. Uno de esos clientes es el intendente Mario Secco, quien se acercó a la escena.
Hasta bien entrada la noche permanecieron allí varios vecinos y algunos familiares de Alejandra.
Juan Pablo había nacido en Tandil y trabajaba como corrector de libros por internet.
Estaba en pareja con Martínez desde hace 10 años y se habían instalado en esa casa del barrio Cambaceres desde octubre pasado.
“Antes vivían en La Plata - aportó el suegro de la víctima- en 33 entre 15 y 16”. No tenían hijos.
Enterada de la terrible noticia, la madre de la víctima, que vive en Tandil, viajó a Ensenada.
El cuerpo del joven quedó alojado en la morgue, para ser sometido a una autopsia. Los forenses estiman que murió por las siete puñaladas que le aplicaron.
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