Esperan que declare el policía “millonario” del Grand Bell

“Tiene mucho para decir, pero está con miedo”, había dicho el primer defensor de Patricio Masana, el policía detenido por el asalto a la familia del intendente Julio Garro, pero por estas horas es un enigma la estrategia a que apelará su nuevo representante legal. Como sea, los investigadores esperan con expectativa que el suboficial (ya exonerado de la fuerza) acceda a contar lo que sabe o a dar su versión de los hechos a la fiscal Virginia Bravo.

Por ahora no trascendió que el nuevo abogado, Alejandro Montone, haya hecho alguna presentación en tal sentido. Lo que sí confirmó el letrado es que se reunió con su cliente en dos oportunidades y que lo vio “físicamente bien”, pero “en shock”, por tratarse “de un chico sin antecedentes, que se encuentra en esta situación”.

Después de su detención, Masana pasó cuatro días en la comisaría Octava (donde se alojan los integrantes de cualquier fuerza acusados de un delito), hasta que lo trasladaron a la alcaidía Petinatto. Según su defensor, allí está “mejor” y “más contenido”.

Mientras tanto, continúa la investigación por el asalto que hace 10 días sufrió la familia del jefe comunal en su casa del Grand Bell, en 467 y 144, causa que -por ahora- sólo tiene como imputado al ex policía de la comisaría Primera.

El hecho sucedió en la mañana del 2 de marzo, después de que Garro salió en un coche oficial del country en el que vive con su familia. Aparentemente, la 4x4 Mercedes Benz de Masana salió detrás suyo y lo siguió un buen tramo, hasta que cambió de rumbo y regresó al Grand Bell minutos después de las 10 de la mañana.

Se supone que escondidos dentro de la camioneta viajaban los dos sujetos que, un rato más tarde, se metieron en la casa del Intendente, para reducir a su esposa, sus cuatro hijas menores de edad, su cuñada, su sobrina y la mucama.

A todas les exhibieron la culata de un arma que uno de los ladrones mantuvo guardada bajo su ropa. Excepto a la hija menor de Garro (que tiene apenas un año), al resto de las víctimas las ataron con precintos y las mantuvieron encerradas en una habitación, mientras los intrusos revolvían un sector de la casa en busca de plata y todo lo de valor.

Según figura en la denuncia, se llevaron unos 25 mil pesos, joyas y elementos de electrónica, y dejaron un mensaje claro: sabían que esa casa es del jefe comunal.

La entrada y salida de los ladrones quedó registrada por la cámara de seguridad que un domicilio cercana tiene instalada de manera poco visible, pero los investigadores no confirmaron si se llega a ver con nitidez el rostro de los asaltantes.

No usaron capuchas, aunque sí guantes. No obstante, los peritos levantaron rastros en la casa que serán cotejados con otros obtenidos en la casa y la camioneta de Masana. Los autores materiales del hecho estuvieron en los tres sitios, por lo que se reconstruyó hasta ahora.

Además, al menos un testigo los vio salir de la vivienda del policía (una impresionante casona por la que pagaba unos 40 mil pesos de alquiler) antes de entrar en la de Garro y volver a meterse en la del suboficial después del golpe.

Habrían dejado el country del mismo modo en que llegaron: en la Mercedes Benz de Masana. Es que por ser residente del barrio su vehículo no era sometido a ninguna revisación.