Gimnasia dejó espacios sin cubrir y el Pincha los aprovechó

Por

Nicolas Nardini Analisis

L a famosa “Guía Telefónica” de la que hablan los que, en general, denotan la relevancia del trabajo táctico, la planificación y los detalles, resultó ser una de las claves para entender porqué Estudiantes goleó a Gimnasia en el clásico.

Cuando se habla de esquemas o de módulos, como gustan manifestar ahora los “modernos”, no se están tirando números porqué sí, en realidad se trata de explicar desde lo táctico porqué suceden determinadas cosas a lo largo del partido.

Hecha esta breve introducción, hablemos de lo que pasó en el Ciudad de La Plata. A priori, ambos saltaron al campo con el mismo dibujo: 4-2-3-1. Con dos medios para contener, y tres hombres para atacar, sumados a una referencia, que fue mucho más nítida en el Pincha por la capacidad de Viatri para aportar juego de espaldas al arco contrario y la dificultad de Bou para hacer lo propio en el Lobo.

La cuestión es que el sector del campo en que se pararon los tres medios que jugaron por delante de la dupla de volantes centrales en ambos equipos y la capacidad de ellos para desdoblares en la función ataque-defensa, fue una de las claves para entender porqué se impuso Estudiantes.

En el Pincha, el tándem Sánchez-Solari se mostró amalgamado por la derecha, así como Cavallaro (luego Auzqui) y Diarte funcionaron como piezas de un mismo esquema por la izquierda. A ellos, se sumó -en gran nivel- el chico Ascacibar como una infatigable rueda de auxilio.

Gimnasia, en cambio, lució como un equipo inconexo. Licht sufrió muchísimo en la marca (por falencias propias y por problemas estructurales colectivos) y Oreja también, porque Noble y Castillón jugaron a más de 40 metros de distancia, dejando agujeros negros en el esquema tripero. Al mismo tiempo, pese a algunos intentos de Faravelli, los mens sana carecieron de gestación y terminaron buscando, para beneficio de Schunke, a Bou con pelotazos largos.

El Pincha fue más compacto, corto y ordenado, por eso se terminó imponiendo en el duelo táctico. A la disciplina, como elemento diferenciador, se le sumaron los destellos técnicos de Gastón Fernández, que terminaron de marcar la diferencia.

En el complemento, Gimnasia mudó a un 4-4-2, pero el juego asociado jamás apareció. Estudiantes también se impuso en la pizarra.