Rematan los recuerdos de la mítica “La Aguada”
| 15 de Marzo de 2016 | 02:59

Con su emblemático salón de 50 entre 7 y 8 a punto de ingresar en el mercado inmobiliario “para demoler y construir”, La Aguada vive sus últimos días entre hornallas apagadas y la liquidación de su equipamiento. Ayer, los trabajadores del restaurante creado en 1938 y cerrado hace una semana iniciaron la venta al mejor postor de mobiliario y utensilios; pero además, fieles a su esencia, se las arreglaron para ofrecer sobre la marcha un “plato del día” para llevar.
En el espacio de atención al público en el que los experimentados mozos servían suculentos platos de cocina clásica, ahora pueden encontrarse sobre las mesas vasos, copas, jarras, electrodomésticos, elementos de decoración, percheros, cuchillas, espumaderas, saleros, bandejas y un larguísimo etcétera. Como en un bazar.
“Mucha gente sigue pasando a saludar y se lleva como recuerdo platos, cucharones, manteles, servilletas... Estamos todo el día, entre las 8 de la mañana y las 22, atendiendo a los interesados en adquirir las cosas” explica Alfredo Almeyda, quien ingresó a trabajar en 1969 y se convirtió en el “decano” de los encargados de La Aguada.
“Hay precios de referencia pero todo se puede charlar” aclaró Almeyda: “un hombre, que dijo que tenía una casa grande y hacía reuniones seguido, se llevó sesenta de las sillas de caño metálico y tapizado, que cuestan 200 pesos cada una, y se le hizo un buen descuento. Más allá de sus años y el desgaste lógico, todas las cosas que tenemos acá son de buena calidad y de primera marca”.
El inventario incluye, por ejemplo, una sierra sinfín de carnicería, una freidora industrial y otras para montar sobre hornallas tipo baño maría, tres equipos de aire acondicionado frío/calor, una picadora de carne con varios discos para diferentes regulaciones, dos freezers, y varias heladeras comerciales y de bajo mesada tipo estaño, sin exhibidor pero con mostradores.
DESALOJO Y PRORROGAS
El cierre de La Aguada fue dispuesto el año pasado por el Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 21, en el marco de un juicio por desalojo promovido por los dueños del inmueble debido a la “falta de pago” de alquileres.
Si bien se iba a concretar a inicios de diciembre, los trabajadores que gestionaron desde 2001 el emprendimiento gastronómico con un “modus operandi” cooperativo gestionaron y obtuvieron sendas prórrogas hasta fin de 2015, y luego hasta el 15 de marzo.
Alfredo Almeyda destaca que “de acuerdo con los primeros plazos teníamos que dejar el local mañana” -por hoy- “pero el abogado de la parte demandante se comunicó con nosotros y nos expresó que nos van a prorrogar la tenencia del lugar algunos días para poder vender más elementos”.
“Es un buen gesto que quizás se pueda extender hasta fin de mes”, se esperanzó el gastronómico: “la idea es colocar la mayor cantidad de equipamiento que sea posible y dejar el local limpio y ordenado antes de entregar definitivamente las llaves”.
Almeyda, quien no puede con su genio culinario, cocinó ayer comida para sus compañeros y para llevar: un mondongo a la española que tuvo alta demanda entre los compradores de diferentes artículos y entre los transeúntes que vieron el cartel pegado en la puerta a modo de oferta.
Satisfechos con la respuesta a ese “plato del día” que surgió un poco por casualidad, para hoy los ex mozos y cocineros prometen doblar la apuesta y preparar -también para llevar- una tanda de las legendarias milanesas con papas soufflé que los hicieron “famosos” durante décadas.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE