En el microcentro cada vez hay más cortes y vallados por cualquier cosa
| 16 de Marzo de 2016 | 01:39

Los cortes por manifestaciones y los vallados que traban la circulación son, hace años, una presencia cotidiana en la escenografía del microcentro local. Sin embargo, en los últimos tiempos se han vuelto cada vez más frecuentes, generando verdaderos quebraderos de cabezas para los automovilistas y choferes del transporte público, que salen como pueden del laberinto urbano en que suelen convertir a la Ciudad.
Ayer a la tarde se contaba con los dedos de una mano el número de manifestantes que bloqueaban el flujo vial en diagonal 80 y 49. Y no eran muchos más los que impedían la circulación en 5 y 50 y en calle 6 y 53, complicando a los miles de conductores que, en horas pico, se mueven por esos tramos neurálgicos.
Se trataba de integrantes de la organización no gubernamental “Ayudemos a ayudar” que reclamaban por el recorte de mercadería a centros asistenciales que contiene la institución en La Plata, Berisso, Ensenada y el Conurbano. El lunes pasado ya habían bloqueado el tránsito en inmediaciones de la Gobernación, por motivos similares.
Lejos de tratarse de una práctica aislada, es más bien una modalidad que se repite sin pausa, pese a la anunciada aplicación de un protocolo contra los piquetes para garantizar que el derecho a la protesta no pase por encima del derecho a la libre circulación.
Se sabe que al ser La Plata sede de la administración provincial -en sus distintos poderes- y municipal, es un imán muy fuerte para las protestas callejeras. El último relevamiento oficial conocido, elaborado hace dos años por la Comuna en base a datos de la Central de Información de Tránsito (CeniT), determinó que, en promedio, en la Ciudad hay dos piquetes por día, siendo el sector más crítico el de avenida 7 entre 47 y 50, seguido por 7 entre 55 y 59 (fiscalías), calle 6 entre 50 y 54 (Gobernación) y 12 entre 49 y 54 (Municipalidad, Torres Administrativas).
Lo que no deja de sorprender es que a las incomodidades que provocan los piquetes se ha sumado ahora una práctica cada vez más frecuente: por los motivos más diversos, desde el propio Estado se decide colocar vallas que bloquean la circulación vehicular y generan trastornos a quienes se ven sorprendidos por esos imprevistos cercos urbanos.
Pasó, por caso, el último domingo, cuando varias horas antes del final del clásico entre Estudiantes y Gimnasia ya se habían instalado vallados en 7 y 50 para prevenir posibles disturbios en esa emblemática esquina por los festejos tras el partido.
Y no hay que olvidar que el 1 de marzo pasado, para el acto de apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura provincial, se organizó un operativo que paralizó el tránsito de las calles aledañas al edificio de 7 y 51 desde las primeras horas de la mañana, pese a que el acto fue recién a las 19, lo que produjo, a su vez, trastornos viales en toda esa zona del microcentro.
Hay otros vallados que ya son moneda corriente. Anoche, por caso, volvieron a colocar los cercos en la cuadra de calle 4 y 53, habituales cuando se desarrollan audiencias judiciales, y la zona se convirtió en un laberinto en el que no faltaron los conciertos de bocinazos que enloquecen a los frentistas. Incluso hubo quienes se comunicaron con EL DIA para sugerir que al menos los agentes comunales corten preventivamente en 4 y 54, ya que cuando los automovilistas llegan a 53 se encuentran con la calle bloqueada de forma imprevista y quedan envueltos en una maraña vehicular.
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