Pese al malestar vecinal, reabren el bar de 8 y 61

Entre reclamos vecinales, movidas callejeras, campañas en las redes sociales y marchas y contramarchas de la Comuna, la polémica por el funcionamiento del bar Pura Vida sigue encendida. Durante la jornada de ayer, mientras la Justicia de Faltas local levantó la clausura que pesaba sobre el establecimiento desde la semana pasada, un grupo de residentes en el barrio de diagonal 78 y 61 pidió su “relocalización” y manifestó su descontento ante lo que se consideró “una situación insostenible”.

El local nocturno situado frente a la plazoleta “Noche de Los Lápices” había sido cerrado por el municipio en un operativo que tuvo lugar en las ultimas horas del domingo 6 de marzo. Los motivos esgrimidos con carácter oficial por la subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadana fueron la falta de REBA -Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas- al día, carencia de habilitación para bandas en vivo y pago de tasas por uso de la vía pública, e incumplimiento de normas acústicas.

Ahora, por decisión del Juzgado de Faltas Nº1, a cargo de Oscar Piloni, podrá volver a funcionar. Sin embargo, para muchos vecinos de la zona de plaza Rocha, el funcionamiento de Pura Vida -abierto hace ocho años- es sinónimo de malestar.

CUESTIONAMIENTOS VECINALES

Desde la Asamblea de Autoconvocados por Problemáticas de la Nocturnidad se subraya que “nos consta que no tiene habilitación para bandas en vivo, para extender su actividad en la vía pública, ni para tener una FM transmitiendo con parlantes sobre la calle. Se vende alcohol a personas que están en la vereda, y se permite que cualquiera salga del bar con las botellas”.

Tiempo atrás, el nucleamiento vecinal radicó una demanda por “daño ambiental”, de la que se afirma que “ya tiene sentencia favorable en primera instancia y en la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo”.

“Pura Vida es uno de los trece bares y boliches cuya problemática es tratada por la Asamblea” precisa Laura García Urcola: “en el caso de Pura Vida, estamos abiertos a dialogar pero creemos que lo más atinado sería pensar en una relocalización, algo con lo que han manifestado estar de acuerdo los propios dueños del bar”.

“Hay muchas irregularidades” agrega Enrique Viñales: “en una superficie de apenas 80 metros cuadrados no puede haber un lugar para recitales, es insólito que le hayan otorgado un certificado de factor ocupacional para 160 personas, como dicen; para ampliar, cierran con nylon parte de la vereda, dejan la puerta abierta y el sonido se escapa”. Pablo Poggio, por su parte, advirtió que “los nenes del barrio van a la escuela como zombies porque varios días a la semana es imposible conciliar el sueño”.

“Desde que cerró el bar podemos descansar, no hay borrachos peleándose a toda hora, botellas rotas, excrementos en las puertas de los edificios ni orina dentro de los buzones” revelaron los vecinos: “los que apoyan estas movidas y tienen un trabajo estable a la mañana deberían mudarse acá con sus nenes chiquitos, y después hablamos”.

“Después de pedirles mil veces que al menos mantuvieran cerrada la puerta cuando no entraba y salía gente, hice una denuncia por ruidos molestos”, relató Juliana, estudiante de diagonal 8 y 61: “cuando vino Control Urbano, gente que salió del bar me insultó, me sacó fotos y las subió a facebook en un perfil anónimo responsabilizándome por el cierre y por ‘atacar la cultura’”.

“Fue una incitación al escrache, mostraron un grado de agresividad llamativo y tuve que hacer otra denuncia en la Justicia. Toco el bajo, pinto, estudio, pero creen que la ‘cultura’ sólo son ellos” dijo la vecina.

prorroga y reapertura

Diego Cabanas, dueño de Pura Vida, señaló ayer que “estando todos los papeles en regla o presentados y en trámite, la clausura fue levantada y vamos a reabrir las puertas con normalidad”.

Desde el municipio se confirmó que a partir de hoy habrá actividad, pero se aclaró que “la Justicia de Faltas otorgó una prórroga al local para regularizar su situación, por lo que tendrá que ser cuidadoso con el sonido, y comprometerse a generar una buena convivencia, si no volveremos a actuar”.