Vecinos de Gonnet en estado de alerta por dos nuevas entraderas
| 16 de Marzo de 2016 | 01:19

Dos entraderas ocurridas ayer en Gonnet tuvieron muchos elementos en común: sucedieron en casas donde los ladrones no tuvieron que forzar ningún acceso, y en donde mantuvieron amenazadas a varias personas. Aunque ninguna fuente se animó a confirmarlo, existe la sospecha firme de que habrían sido los mismos delincuentes, teniendo en cuenta el horario y la relativa cercanía entre un hecho y otro.
A metros de donde al mediodía habían abordado a una peatona para sacarle sus pertenencias (ver nota secundaria), tres ladrones tuvieron su oportunidad de actuar sobre la calle 505 entre 14 y el camino Centenario. Se trata de una de las zonas más comerciales de la localidad, con movimiento casi constante en todo el día.
Una médica nutricionista, identificada como Patricia del Giorgio, fue, según fuentes policiales, la persona a la que los asaltantes sorprendieron en el momento en que estaba en la puerta de su casa, pocos minutos después de las 14.
“Tenía en la vivienda a albañiles trabajando en algunas refacciones. Parece que por ese motivo a la víctima la abordaron en la calle, sin tener que forzar ningún acceso a la vivienda”, relataron distintas fuentes.
Ese fue el inicio de un robo violento que se extendió durante varios minutos. Los delincuentes sometieron a la profesional con armas de fuego y la obligaron a entregar su dinero y algunos electrodomésticos, dijeron los informantes.
Después de una revisión por el domicilio, en la que pudieron apoderarse de un botín que no trascendió, los asaltantes decidieron que era el momento de huir.
Lo hicieron en el vehículo en el que habían llegado -que sería un auto blanco- a toda velocidad. La policía fue avisada enseguida de lo que había pasado, y se montó en torno a esa casa un operativo para verificar si las víctimas estaban bien y para lanzarse a buscar a los fugitivos.
EN LA MISMA ZONA
Sólo 20 minutos después y a 15 cuadras de allí se produjo el segundo robo de la tarde de ayer en Gonnet. Fue en un contexto diferente, en la esquina de 23 y 504, un sector más residencial y con menos tránsito.
Ahí los delincuentes también se aprovecharon de una circunstancia para irrumpir sin necesidad de forzar accesos, porque en esa casa “había varios trabajadores instalando una piscina”, soltó una fuente del caso.
Ese mismo informante agregó que además de esos hombres había una empleada doméstica a cargo de la vivienda, porque su dueño, Leandro Manuel Pérez, no se encontraba.
Allí también, el efecto sorpresa y las amenazas a punta de pistola por parte de dos de los sujetos funcionaron para dejar heladas de miedo a las víctimas. A pesar de eso, no habrían sido golpeadas, rescataron voceros policiales.
Por el segundo episodio, ocurrido casi a la misma hora, tampoco hubo nadie detenido. Los delincuentes pudieron escaparse antes de la llegada de la policía, con una cantidad de plata desconocida.
De los fugitivos sólo se sabe que “llevaban puestos trajes de grafa, similares a los de los obreros de la construcción”, describieron voceros de la investigación.
La pesquisa por ahora está orientada a examinar las cámaras de monitoreo de la zona, para intentar identificarlos. Y capturarlos cuanto antes.
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