Desgaste y algo más

Por EDUARDO TUCCI
OPINION

Las tormentas no se desatan de un momento para otro. Se van gestando, a veces hasta en forma imperceptible, y de repente se descargan originando todo tipo de perturbaciones. Algo de eso está pasando en Gimnasia por estas horas, con consecuencias aún imposibles de determinar por el cúmulo de situaciones que se fueron gestando minuto a minuto.

De un día para otro es imposible que se origine tal descalabro y, por lo que puede observarse, el desgaste entre las partes, más algunas malas decisiones se fueron acumulando sin que en la superficie se advirtiera su verdadera magnitud.

La relación entre Pedro Troglio y los dirigentes no se rompió en mil pedazos el domingo a la tarde, cuando quedó sellado el 0-3 en el clásico. Es evidente que había cuentas pendientes por ambos lados, que fueron sumando ingredientes con el correr del tiempo.

Quizá faltó tacto para manejar esa situación y evitar esta crisis que ha generado, además de la salida traumática de un hombre muy metido en la historia del Lobo, varios portazos de dirigentes que acompañaban la gestión de Daniel Onofri.

UN MOMENTO COMPLEJO

El momento es difícil, pero mucho más el camino por recorrer frente a grietas que se han abierto y necesitarán de decisiones firmes, sin dobleces.

Gimnasia tiene que resolver rápido y bien varias cuestiones. Elegir el técnico, aclarar los incidentes en el palco del Unico y reordenar la CD son tres aspectos prioritarios

Precisamente ese manejo que se reclama para afrontar este momento tan complicado es el que faltó en las últimas horas. Uno de los directivos que decidió dar un paso al costado -Javier Mor Roig, secretario general del Club-, se fue aduciendo que “decisiones como las tomadas por el presidente, al menos, deben ser discutidas”, refiriéndose a la forma en que se dispuso el alejamiento de Troglio.

Casi en simultáneo, desde la CD sorprendieron con dos comunicados con “aclaraciones” sobre las últimas decisiones adoptadas: el segundo corrigiendo el primero. Ambos referidos a la decisión de interrumpir el contrato del entrenador con sensibles modificaciones uno del otro. Dos ejemplos de lo que no puede ocurrir frente a un tema de tanta magnitud.

DESGASTE

En el aspecto futbolístico propiamente dicho, resulta claro que la relación entre el director técnico y los dirigentes fue sumando un remiendo tras otro. La salida del Yagui Fernández de las inferiores más la irrupción de Andrés Yllana para asumir esas funciones se formalizaron a contramano de lo que pensaba Troglio. Tampoco había resultado del agrado del técnico que se prescindiera de los servicios del arquero Nicolás Navarro, uno de los jugadores que había terminado la última temporada con los puntajes más altos. Esos temas y otros más fomentaron un desgaste que ninguna de las partes supo remediar.

“Tendría que haberme ido antes”, le ha dicho Pedro Troglio a todos quienes quisieron escucharlo. Desde la Comisión Directiva explican que “los intereses y valores de la Institución están por sobre cualquier circunstancia y las conductas de representantes, deportistas y representados deben estar a la altura de lo que nuestra historia exige”.

En el medio quedan un montón de cosas por resolver que incluyen la elección del conductor del plantel profesional; limar las diferencias existentes con los jugadores por los sueldos adeudados -motivo de un serio entredicho entre el presidente y uno de los referentes del plantel en Estancia Chica la semana previa al clásico-; aclarar debidamente el lamentable episodio en el palco del Estadio Unico y reordenar una Comisión Directiva con varias sillas vacías.

En el plano futbolístico, a favor de Gimnasia cuenta que no se encuentra en una situación delicada en lo que a números se refiere en la tabla de posiciones, lo cual permite cierto respiro a la hora de tomar decisiones, aunque hará falta un golpe de timón exacto para impedir males mayores.