Testigo del caso Bru denunció amenazas en Punta Lara

Una testigo del caso del estudiante de periodismo desaparecido, Miguel Bru, hizo público ayer que es blanco de constantes agresiones en su casa de Punta Lara.

La mujer, que se identificó como Mariel Acuña (42), vive junto a su esposo y los hijos en la calle 140 entre 3 y 5, donde, según le contó ayer a este diario, “estamos viviendo una pesadilla”.

Acuña, visiblemente angustiada, relacionó esos ataques intimidatorios con una presunta persecución policial, que “venimos soportando desde mediados de la década del ´90”.

La mujer explicó que “antes de estar acá en Punta Lara, vivimos en el barrio Las Quintas y en el barrio Malvinas. Y en más de una ocasión policías se metieron en casa para hacernos de todo. Eso por una carta que me dio en su momento un hermano, donde contó haber presenciado -estando detenido- cómo mataron a golpes a Miguel Bru en la comisaría 9ª”.

“Pero esa carta me la llevó la inundación que hubo en el 2011. No la tengo más”, aclaró.

GOLPES Y ADVERTENCIA

Acompañada por su esposo Jorge Carlos Sánchez (50), y otro hermano, Daniel Rolón (35), la mujer denunció también que “a esta persecución, hay que sumarle que en el barrio hay quienes saben que mi marido es un teniente de la Policía, que trabaja en la comisaría de Punta Lara. Y por eso esa gente nos ataca y amenaza”.

Acuña sostuvo que, ayer mismo por la tarde, “fuimos a la casa de dos jóvenes que la noche anterior vinieron a pedirnos Rivotril, un remedio que le fue medicado a mi esposo. Mi hermano se había negado a dárselos y lo amenazaron. Por eso fuimos a reprocharles lo que habían hecho y nos agredieron físicamente. A mi marido, por ejemplo, le pegaron un fierrazo en la espalda. En mi caso, me tiraron piedrazos y ladrillazos en las piernas”.

En medio de esa terrible situación, expresaron, preocupados, que “encima nos advirtieron que vendrán a buscar dos cajas de Rivotril. Y que si no se las damos, nos van a romper y balear toda la casa”.

“Es increíble. Todo esto con policías observando en un patrullero en la esquina de la vivienda de esta gente, pero sin intervenir. Pareció una burla”, se quejó.

Por último, pidió urgente protección y hasta una audiencia con la Gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.