Asaltan a un chico que andaba en bicicleta y le gatillan en el pecho

Solo y de paseo en bici por el Bosque, un adolescente se vio cercado por un par de ladrones que lo amenazaron con una pistola y, antes de decirle algo, le gatillaron directo al pecho. No salió ninguna bala del arma. La tensión continuó unos instantes hasta que los delincuentes se escaparon. Para colmo, el joven sabe dónde tienen el celular que le robaron, pero todavía no lo pudo recuperar.

El hecho se enmarca en una serie de asaltos sufridos por ciclistas, siempre violentos, y uno de ellos también en ese Paseo. Este último ocurrió el lunes poco antes de las 20.30, en proximidades de la facultad de Medicina.

“Había salido a pasear, a despejarme”, contó el chico de 17 años, vecino de Berisso. Había parado un minuto para elongar y estaba por emprender la vuelta a su casa. De repente se le pusieron enfrente dos ladrones unos años mayores que él, que iban en una moto Honda Tornado.

“El de atrás se bajó, me apuntó, gatilló y la bala no salió. Después me empezó a decir que me quedara tranquilo”, relató el joven asaltado.

Además de la bici -del tipo mountain bike- los delincuentes se llevaron un bolso con el celular y las llaves de la casa del chico. El que se había bajado se sentó frente al manubrio y se agarró fuerte de su compañero, que lo llevaba con la moto. Se fueron hacia 52.

Un testigo detectó lo que pasaba y se lanzó a correr tras el ladrón en bicicleta. La víctima le advirtió que tenían una pistola y allí desistió.

El joven asaltado fue primero a hacer la denuncia en la comisaría 9ª: “Ahí me dijeron que no podían hacer nada”, soltó. La respuesta que recibiría de otra seccional fue para él un poco más satisfactoria.

EN EL DIQUE

Mediante el sistema de rastreo por GPS que tiene el iPhone que le robaron al adolescente, se supo que los delincuentes tienen el teléfono en la cuadra de 126 entre 39 y 40, en El Dique.

El joven le contó eso a los agentes de la comisaría 3ª de Ensenada y allí le explicaron que sin orden judicial no podrían meterse en ningún domicilio. Pero igual lo acompañaron a la cuadra, en dos patrulleros, “para ver si andaba alguno en la calle que lo tuviera”, dijo el muchacho.

Luego de unos minutos en ese barrio, en los que no encontraron el teléfono, el grupo se retiró. Pero el celular aparentemente aún continúa en El Dique, según el rastreador.

La semana pasada trascendieron dos episodios de robos violentos contra personas que practican el ciclismo como actividad deportiva regular.

También en el Bosque, un ingeniero de 62 años padeció uno de esos hechos, mientras paseaba en una bici de alta gama que se había comprado pocos días antes.

Su caso tuvo similitudes con el más reciente: los ladrones lo atacaron a fierrazos por la espalda y en ningún momento le ordenaron bajarse de la bicicleta. El hombre se dio cuenta recién unos segundos después que intentaban robársela. Terminó con 12 puntos de sutura en la cabeza.

Hace una semana, a otro ciclista que andaba por Villa Elisa le pegaron un tiro en una pierna, durante un ataque que incluyó seis disparos.