Apoyo de Obama a Macri: “Argentina retoma su papel como líder regional”

La Argentina y los Estados Unidos retomaron la sociedad histórica entre ambos países, uno en su rol de líder global y el otro regional, tanto en el plano comercial como político. Esa fue ayer la conclusión que circuló en la Casa Rosada tras la reunión entre Mauricio Macri y Barack Obama, que fue tomada como un fuerte respaldo para el primer mandatario nacional.

El Gobierno consideró satisfechas las expectativas que depositó en la visita de Obama, puesto que el norteamericano fue claro en la conferencia de prensa posterior al encuentro: “La Argentina está retomando su papel de líder en la región”, dijo el jefe de la Casa Blanca y luego apeló a la expresión “critical partner” (”socio fundamental” en inglés) para catalogar al país.

Ante el respaldo y los elogios de Obama –también sostuvo que Macri lo “impresionó favorablemente”-, el jefe de Estado argentino dijo que la visita tuvo “un significado especial”, porque la consideró “un gesto de afecto y amistad”, en momentos en que está comenzando su gestión presidencial y debe resolver problemas graves como el litigio de los “holdouts”.

HOMENAJES, DISERTACION Y CENA DE BIENVENIDA

Según pudo constatar EL DIA, Obama y su comitiva permanecieron durante casi tres horas en la Casa Rosada, antes de retirarse en la limusina denominada “la bestia” hacia la Catedral metropolitana, donde rindió homenaje al patriota libertador José de San Martín y a las víctimas del atentado contra la AMIA. Más tarde, asistió a la porteña Usina del Arte.

Allí, encabezó un encuentro con la sociedad civil (”town hall” en la agenda estadounidense) y por la noche fue agasajado por el presidente Macri y personalidades argentinas de distintos ámbitos en el Centro Cultural Kirchner. Este jueves, en tanto, participará de un homenaje a los desaparecidos al cumplirse 40 años del último golpe de Estado. Y luego viajará a Bariloche.

Hasta allí llegará también Macri junto a su mujer Juliana Awada y su pequeña hija Antonia, para despedirlo antes de su regreso a Washington y luego recalar en Villa La Angostura en tren de descanso en Semana Santa. Obama también estuvo en familia, puesto que visitó el país junto con su esposa Michelle Obama y sus hijas Malia y Sasha, ambas adolescentes.

Obama llegó a la Argentina proveniente de Cuba. Y durante la conferencia de prensa de la que participó este diario en la Casa Rosada, la delegación de periodistas norteamericanos que cubrió su estadía en el país le trasladó cuestionamientos que se le hicieron en los Estados Unidos por haber mantenido su agenda de viaje pese los atentados terroristas en Bélgica.

“Es importante no responder con temor. El mensaje debe ser claro: ustedes no van a cambiar nuestros valores. No ofrecen nada más que la muerte”, sentenció Obama en referencia al grupo terrorista ISIS, que se atribuyó los ataques de Bruselas. El jefe de la Casa Blanca hizo así una declaración de principios para defender su estrategia frente a la amenaza terrorista.

Incluso, Macri debió escuchar una respuesta de Obama de varios minutos ante una pregunta de un periodista de la agencia Associated Press (AP) sobre el atentado de ISIS. “Sé que el presidente Macri comparte esta convicción conmigo. Nuestros países han conocido el flagelo de la violencia insensata”, dijo al cabo de una extensa reflexión sobre la actividad terrorista.

ALIANZA Y TEMAS DELICADOS

En ese contexto, quedó flotando en el ambiente la idea de que la nueva alianza con los Estados Unidos -refundada ayer con vigor- encuadrará a la Argentina dentro de sus filas en asuntos tan delicados como la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. De hecho, las fuertes medidas de seguridad en torno a Obama hicieron sentir el significado concreto de ese posicionamiento.

El mandatario norteamericano fue custodiado por decenas de integrantes del Servicio Secreto, que se entremezclaron entre los asistentes a la Casa Rosada, además de francotiradores que se instalaron en las azoteas de la sede de Gobierno y el Palacio de Hacienda. Su desplazamiento en una limusina blindada completó el cuadro de seguridad extrema, constató este diario.

El control que ejerció el personal norteamericano en la Casa Rosada fue notorio, antes y durante el encuentro entre Obama y Macri, a tal punto que el acceso al salón blanco de la prensa acreditada argentina se hizo por medio de una credencial con la leyenda “White House Press Pool”. De todos modos, la cobertura no sufrió inconvenientes ni contratiempos.

Aunque sólo se permitieron dos preguntas para los periodistas argentinos y otras tantas para los norteamericanos. Por eso debieron sortearse los nombres de los enviados de los medios antes de la conferencia de prensa. Y se consensuaron temas de interés, como la posible firma de un acuerdo de libre comercio, la situación de Brasil y el rol de EE UU en el golpe de 1976.

“Este es el comienzo de una etapa de relaciones inteligentes, maduras y constructivas”, señaló Macri a la hora de las preguntas. Antes, en la declaración formal, dijo que en su equipo estaban “muy contentos” con la visita de Obama, mientras que el estadounidense le devolvió la pared al afirmar que con el jefe de Estado argentino tuvieron “una conversación excelente”.

Sin embargo, hubo pocas precisiones por parte de ambos gobiernos sobre posibles acuerdos de inversión de capitales norteamericanos en el país, pese a la fructífera reunión de ayer. “Más allá de la exportación de limones, carnes y biodiesel, la Argentina tiene mucho más para dar”, aseguró al concluir el encuentro bilateral el embajador en Washington, Martín Lousteau.