Demoraron a un estudiante por pintar graffitis en 12 y 61

No es la primera vez que a un adolescente se le inicia una causa por haber pintado un graffiti en la calle. En esta oportunidad, quien terminó en una comisaría declarando fue un joven estudiante de 19 años, descubierto mientras hacía una inscripción con aerosoles sobre una de las paredes.

Fue alrededor de las 6 de la mañana de ayer, “en uno de los horarios en que más se hacen las pintadas, aprovechando la oscuridad”, dijeron fuentes del caso.

Por la esquina de 12 y 61, a metros de la Jefatura Departamental y la sede de la CDI La Plata, un grupo de policías vio que un muchacho marcaba el frente de una mueblería con pintura negra, tal como se lo había avisado alguien que llamó al 911 cuando lo descubrieron.

Rápido, la policía fue a buscarlo y lo encontró. Lo hicieron subir al patrullero y lo llevaron a una comisaría, donde se lo notificó que en su contra ya hay una causa abierta.

El delito que le imputan es el de daño, según la aplicación hecha del código penal, que no prevé detenciones por esta clase de episodios ante la primera captura.

“Pero esto le queda como antecedente. En caso de que reincida, se va a tener en cuenta al momento de decidir si se lo libera o no. El chico quedó libre, pero permanece procesado”, aclararon los voceros allegados al hecho.

El joven, vecino de Plaza Moreno, había sido atrapado en esa zona comercial con la evidencia de “tres aerosoles de pintura de distintos colores y una botella plástica con diluyente”, indicaron los informantes.

Las fuentes no aclararon cuál fue el graffiti que este joven hizo sobre el local de calle 12. A simple vista se puede ver que por esa zona son muchas las paredes con pintadas y otras inscripciones.

antecedentes

Un antecedente puntual de jóvenes capturados por la policía por hacer dibujos y otros motivos con pinturas fue, por ejemplo, cuando en julio de año pasado dos personas -un varón y una chica- fueron arrestados por hacer lo mismo en una de las paredes del Teatro Argentino.

Aquella vez, ambos estudiantes platenses y de 18 años, se encontraban haciendo graffitis en el quinto piso del edificio. Los capturaron, les abrieron una causa y luego salieron en libertad.

Uno de los motivos que se esbozaron para defender el enrejado que ahora cubre todo el perímetro de ese teatro tuvo que ver con la aparente desvalorización y daño de la fachada.

La cultura del graffiti tiene sus detractores y sus defensores. Los primeros protestan por las marcas que quedan en sus casas y hablan de “paredes arruinadas”. Los segundos se escudan en una “expresión artística y urbana”, según ellos limitada por la intervención policial.