Mirada pop

El azul y el rosa se unen hasta crear un maquillaje con una melodía dulce, de acordes roqueros. Descarado, vibrante y con un toque de almíbar, así es el color de la nueva temporada.

No importa el matiz, la textura o la forma de aplicación, los nuevos tonos aportan un aspecto fresco y luminoso, “proporcionan a la piel luminosidad”, explica el maquillador José Miguel Belmonte.

La paleta cromática de Chanel tiene luz, se mueve entre el rosa púrpura de un amanecer en Malibú y azul intenso de las piscinas californianas, unos tonos intensos y vibrantes que prometen un maquillaje atractivo.

La firma nos propone explorar un nuevo mundo de osados colores para ojos y uñas. Labios que se animan a fundirse en los tonos más enérgicos, y pestañas de alto impacto que se tiñen de violeta.

El azul, el verde, el lila y la luminosidad son el hilo conductor de una colección que invita a descubrir “looks” creados para vibrar.

Si el maquillaje de Lancôme propone un viaje a la infancia con tonos sensuales, elegantes y delicados, la propuesta de YSL es más divertida y atrevida. En ella presenta una mirada verde esmeralda con destellos morados, una boca en tono coral y los pómulos marcados en rosa, un conjunto armonioso de colores tan luminosos como atractivos.

Otra de las colecciones más interesantes para este temporada es la de Dior, “Glowing” Gardesn”, inspirada en la belleza de una ramo de flores recién cortado.

Por esta razón, las casas de cosméticos y los grandes maquilladores proponen y la mujer dispone.

Ahora están de moda las miradas brillantes. Quizá no sea el maquillaje idóneo para ir a la oficina, pero la purpurina se puede reservar para brillar por la noche.

Algunos maquilladores apuestas por lágrimas doradas en el párpado inferior, otros combinan el lápiz negro con destellos dorados en la zona del lagrimal.

La maquilladora Maite Tuset de M.A.C apuesta por el glitter, un maquillaje brillante que recuerda los excesos de la noche de los ochenta. “El glitter está cada vez más presente en nuestro día a día”, asegura.

Para los ojos, vuelven los colores como los turquesas, celestes y azules, tanto en forma de sombras, como en versión lápiz para delinear la mirada y conseguir mayor fuerza.

Del discreto aguamarina al añil más potente, el azul viste las miradas en su versión más libre. Prueba de ello son las miradas, a modo de antifaz, que presenta Chanel.

Uno de los efectos más habituales es combinar el “eye-liner” negro con un toque azul en el lagrimal o cubrir todo el párpado en un azul añil.

El color también se impone en los labios. Se puede optar por la gama de rojos, fresas y guindas, así como por los corales, pero el protagonista principal es el rosa cuarzo, un tono que combina con casi todo.

“El rosa resulta perfecto, es un tono sutil y elegante, tanto para rubias como para morenas”, cuenta José Miguel Belmonte, quien asegura que el rosa también resulta muy elegante sobre los pómulos.

Otra opción, es maquillar la boca con “nude”, un tono que revela un maquillaje minimalista, juvenil, fresco y liviano, porque está de moda la naturalidad.

La firma Guerlain ha presentado un labial que, más que dar color, potencia el tono natural del labios. Estos potenciadores de tonalidades, que reaccionan en función del PH de cada persona, incluyen unos pigmentos que aumentan el tono del labio, en lugar de colorearlo.

Dior también cuenta con este tipo de pintalabios, también llamados labiales camaleónicos, que matizan los labios y les otorgan un aspecto más carnoso.