Una ex complica un poco más al captor del vuelo de EgyptAir

La exesposa chipriota del egipcio que, según las autoridades, admitió haber secuestrado un vuelo de la aerolínea EgyptAir y amenazó con inmolarse a bordo con un chaleco bomba explicó que su marido es un "hombre extremadamente peligroso" que consumía drogas, atemorizó a su familia y le pegó a ella y a sus hijos. 

Marina Paraschou rechazó de forma contundente las informaciones que apuntaban que Seif Eddin Mustafa, de 59 años, era un hombre desesperado que secuestró el Airbus A320 con 72 personas a bordo por amor y que quería verla a ella y a sus hijos. 

En una entrevista publicada el jueves en el diario chipriota Phileleftheros, Paraschou dijo que es "mentira" que Mustafa solicitara hablar con ella y que la policía la llevó al aeropuerto de Larnaca, el principal del país y a donde se desvió el vuelo, solo para pedirle que identificara su voz. 

Funcionarios de Chipre, que describieron a Mustafa como "psicológicamente inestable", dijeron que durante el secuestro del pasado martes el hombre pidió a los negociadores de la policía que entregasen una carta a Paraschou en la que pedía la liberación de 63 mujeres disidentes encarceladas en Egipto. Luego de seis horas de tensión, el incidente terminó de forma pacífica cuando la policía detuvo a Mustafa tras liberar al pasaje y la tripulación. 

Durante una vista judicial el miércoles, un fiscal policial señaló que tras su arresto el secuestrador dijo a las autoridades: "¿Qué se supone que tiene que hacer alguien cuando no ha visto a su mujer e hijos en 24 años y el gobierno egipcio no le deja?". 

Pero en su entrevista, Paraschou sugirió que todo eso era un trampa. 

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"Este hombre nunca preocupó ni un minuto por sus hijos, ni cuando vivía aquí ni cuando se fue", explicó la mujer según fue citada por el diario. "Solo nos trajo miedo, miseria y terror. E incluso ahora que está bajo custodia policial mis hijos y yo tenemos miedo". 

En otra entrevista concedida el periódico Politis, que también se publicó el jueves, señala que Mustafa la utilizó como una "excusa" para solicitar asilo en Chipre. 

Paraschou dijo al diario Phileleftheros que se casó con Mustafa en 1985 cuando tenía 20 años. La pareja se divorció cinco años después y desde entonces solo se pusieron una vez en contacto cuando ella lo telefoneó años más tarde para contarle que su hija adolescente - uno de los cuatro hijos que tuvieron juntos - había muerto en un accidente de auto. 

"¿A mí que me importa? No me importa que muriera", fueron las palabras de Mustafa según Paraschou. 

Durante su matrimonio, según cuenta Paraschou, la pareja vivió en la casa de los padres de ella, Mustafa nunca tuvo un trabajo y pegaba a sus hijos cuando no tenía dinero suficiente para drogarse. 

Según la mujer, Mustafa era un "fanático" de la Organización de Liberación Palestina que presumía de haber participado en el asesinato de tres soldados israelíes y que pasó cuatro años encarcelo en Siria. 

Los tatuajes de Mustafa y algunos "elementos" que no quiso identificar delatan la relación de su exesposo "con cosas oscuras", agregó. 

El Ministerio del Interior de Egipto dijo que Mustafa tiene un largo historial delictivo y que en marzo de 2015 terminó de cumplir una pena de un año de cárcel. 

La policía de Chipre dijo a AP que los antecedentes policiales de Mustafa en la isla se remontan a 1988, cuando fue condenado por seis cargos de falsificación de pasaportes y recibió una condena suspendida. Más tarde fue deportado a Egipto por cargos por violencia doméstica presentados por Paraschou. 

Regresó a la isla asumiendo una identidad catarí, pero fue localizado y deportado de nuevo a Egipto en 1990.