Macri prometió ayudar a “crecer” a Chubut

El presidente Mauricio Macri desembarcó ayer en Chubut para participar de la apertura de sesiones legislativas y, en un guiño al gobernador Mario Das Neves, dijo que ayudará a la provincia a “crecer”.

Das Neves dijo que la visita del jefe de Estado “es más que un gesto protocolar”, quien llegó pasadas la 13:30 acompañado por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y al viceministro Sebastián García De Luca al Aeropuerto de Trelew, para luego trasladarse hacia la Legislatura provincial.

El gobernador le anticipó a Macri que no aplicará en Chubut los aumentos tarifarios sobre las boletas de energía eléctrica, al tiempo que firmaron obras estratégicas para la provincia y hubo un intercambio de halagos en lo referido al cambio que demandaba el país pero Das Neves prometió gestión por sobre la “sumisión de la que venimos”.

“Encontramos una provincia arrasada por deudas millonarias”, dijo Das Neves

“Es un honor haber compartido este momento especial en su primer discurso inaugural. Queremos que desde Chubut nos ayuden a empujar hacia arriba y que esta provincia sea motor de crecimiento”, pidió el Presidente.

“Con Mario estamos convencidos de que ustedes pueden. Hay que llenar de trabajo esta provincia de la mano de la pesca, la lana y las energías renovables, el turismo”, expresó Macri.

Macri dijo que con Das Neves “compartimos el valor de la verdad” destacando que, en su discurso de apertura de sesiones legislativas, “habló con mucho coraje de lo que encontró (por la herencia del Gobierno anterior) y cómo actuará”.

Das Neves basó su discurso en sus 80 días de gobierno y se refirió en lo que le dejó de herencia el anterior gobernador, el kirchnerista Martín Buzzi.

Denunció que recibió una provincia con “10 mil millones de pesos de deuda” y habló de un “desorden administrativo con una deuda 1.300 millones de pesos en obra pública”, complicidad de funcionarios y políticos e incluso la emisión de más de 300 tarjetas sociales “a personas que ganaban más de 20 mil pesos y tenían hasta tarjetas de crédito”.

“Encontramos una provincia inmersa en un mundo agónico -denunció-, convertida en tierra arrasada por deudas millonarias, acciones sospechosas, cientos de promesas incumplidas y complicidades. El tiempo era oro para nosotros en nuestra irrenunciable tarea de gobernar, pero no podíamos dejar pasar por alto esta grosera burla a la confianza del pueblo”.

Se refirió a “una realidad abrazada a una provincia despojada de sus propias conquistas, arrasada por deudas inesperadas e injustas e incumplimiento en los deberes de los gobernantes”, y además, dijo, “sorprendida por hechos irregulares y sospechosos que la justicia deberá definir si cruzan la delgada línea que existe entre la inoperancia, la ineptitud y la desidia o si han sido acciones que llegan al despojo deliberado y a la corrupción”.