Sin visitas y en la comisaría Octava, el policía “millonario” espera la preventiva

Hasta las primeras horas de la tarde del miércoles, Patricio Masana (32) vivió en una impresionante casona del country Grand Bell, por la que pagaba unos 40 mil pesos de alquiler y alrededor de 7.000 en expensas y desde donde podía ver los movimientos en la vivienda del intendente Julio Garro.

¿Se mudó allí por eso o eso ayudó a planificar el robo por el que ahora está preso? Se investiga. No sólo lo acusan de este delito (agravado por su condición de policía), sino también por “tenenencia de estupefacientes con fines de comercialización” y “tenencia de arma de fuego de uso civil” (por las dos pistolas calibre 22, sin papeles y con balas de punta hueca, que tenía además de su reglamentaria calibre 9 milímetros).

Su situación es complicada, pero podría ponerse todavía peor si lo conectan con alguno o los 6 robos que se denunciaron en el Grand Bell en los últimos meses, entre ellos el ocurrido en la casa de Gustavo Barros Schelotto.

En tal caso podrían imputarle “asociación ilícita”, que contempla hasta 15 años de cárcel.

Masana desembarcó en este exclusivo country de 467 y 144 hace poco más de un año, aunque su mudanza a la finca que prácticamente linda con la de Garro se produjo hace unos meses. Vivía como un millonario, sólo que con pocos muebles.

Por estas horas comparte celda con otros ochos integrantes de fuerzas de seguridad que están allí, en la comisaría Octava, por distintos delitos. Ayer, que era día de visita, “nadie fue a ver a Masana”, según fuentes oficiales.

Mientras sigue reuniendo pistas para identificar a los dos cómplices, en pocos días más la fiscal Virginia Bravo podría pedir la preventiva para el policía.

Es la misma fiscal que instruyó la causa por la fuga de dos presos, en 2011, de la comisaría Primera. Masana estuvo procesado por aquel hecho que ya fue elevado a juicio, aunque el subteniente siguió en la fuerza -y en la comisaría- hasta el miércoles.