El plan antipiquetes, a cuatro años

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró ayer que el objetivo del Gobierno “es que en cuatro años el piquete no sea la forma diaria de protestar”, y subrayó que para eso debe darse “un cambio cultural” en la sociedad.

“Estamos en un cambio cultural que genera ciertas discusiones ante nuestro planteo como gobierno de querer que en cuatro años el piquete no sea la forma diaria de protestar, sino que queremos que la protesta se encamine de otra manera, sin que genere un perjuicio permanente y acostumbrándonos a que la calle todos los días está copada”, destacó Bullrich.

La funcionaria nacional explicó: “Ya estamos viendo que las organizaciones que marchan vienen a este Ministerio, junto a funcionarios de la provincia o de la Ciudad, analizan cómo será la marcha, la encauzan y también se advierte que en las grandes autopistas esas manifestaciones no se van a permitir”.

“Nosotros queremos que se circule, que la gente se pueda trasladar y que la protesta se pueda encauzar. No creemos de ninguna manera que de esta forma la protesta se va a invisibilizar, no es así de ninguna manera porque los medios van igual”, agregó la ministra de Seguridad.

La aplicación del protocolo antipiquetes fue relativizada ayer por Bullrich y el secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, quienes coincidieron en que el programa “está en análisis” y que “hay una decisión” de llevarlo a cabo “paso a paso”.