Una ruptura “cantada” en la Legislatura bonaerense

Por MARIANO PEREZ DE EULATE

En los corrillos de la Legislatura bonaerense circula un vaticinio: luego de una jornada en la que podría tratarse el proyecto de ley de Emergencia en Infraestructura que envió la gobernadora María Eugenia Vidal, hoy podría efectivizarse la ruptura del bloque de diputados del Frente para la Victoria, un espacio que viene a los tumbos desde los inicios del año. “Cuestión de horas”, resume un miembro de esa bancada. “Si no es esta semana, será la otra. Mucho más esto no se aguanta”, agrega.

La solución de una “conducción colegiada” con representantes de todos los sectores internos que se decidió hace algunos días fue una movida “pour la galerie”, una estiramiento de la agonía por algún tiempo. En los hechos, como ya contó este diario, sólo significó el desplazamiento definitivo del camporista José Ottavis de la jefatura de la bancada, quien anoche oficializó su renuncia a ese cargo.

Hoy podría efectivizarse la ruptura del bloque de diputados del Frente para la Victoria, un espacio que viene a los tumbos desde los inicios del año

Una muestra de que el bloque ya no funciona como tal: hoy podrían tratarse cuestiones trascendentales, como la autorización al gobierno macrista para acelerar tiempos de contrataciones, pero ayer la bancada FPV ni siquiera se reunió como tal. En otras circunstancias, hubiera sido una suerte de jornada de preparativos internos para ir a la guerra. Aún cuando la Emergencia en Infraestructura no se trate hoy, cosa más que posible, el dato no deja de tener importancia.

La figura de Ottavis generaba directamente rechazo entre sus compañeros de bloque. Muy cerca suyo aseguran que, en un escenario de ruptura, el hombre podría quedarse con un bloque de 5 miembros camporistas puros, con él incluido.

Eso le daría, según el reglamento de la Cámara baja, la posibilidad de formar un bloque con “todas las de la ley”. Otras fuentes, sin embargo, ponen en duda que logre esa eventual adhesión de sus pares y subrayan que varios integrantes de La Cámpora también lo resisten.

En el kirchnerismo ya no es un secreto que a Ottavis le bajó el pulgar el propio Máximo Kirchner. Quien, hasta hace nada, era una suerte de consultor obligado en lo referido al manejo de la política parlamentaria del bloque y un socio en otras cuestiones internas algo más sensibles, vinculadas a los mecanismos de funcionamiento de la maquinaria política K.

Pero, parece, Ottavis ha decepcionado al hijo de Cristina Fernández. Un poco porque se esperaba que el bloque del Frente para la Victoria tuviera una actitud más dura durante el tratamiento del presupuesto bonaerense 2016 (y el consiguiente pedido de endeudamiento que hizo el gobierno de Vidal) y otro poco por cuestiones personales de Ottavis que lo llevaron a una inesperada situación de alta exposición mediática. “Eso no le gustó a la Jefa”, dice una fuente K. Se refiere, claro, a la ex presidenta.

“Ottavis no va más. Arreglen ustedes el tema”, pidió Máximo a un hombre del bloque que ahora, obvio, está en la vereda de enfrente a Ottavis. Esto significa que no exigió un nombre puntual para su reemplazo sino que sólo dejó en claro que “El Petiso “ -así le dicen al camporista- para él ya era historia.

Incluso la propia Cristina, a través de uno de sus principales colaboradores actuales, se interesó por lo que sucede en el bloque provincial del Frente para la Victoria. Hubo reuniones importantes en la sede de la novel fundación de la ex presidenta, ubicada cerca del Congreso de la Nación.

Ya no es un secreto que a Ottavis le bajó el pulgar el propio Máximo Kirchner

Justamente lo que pasó allí con el bloque peronista es, para muchas fuentes, un reflejo de lo que se viene en la bancada del Frente para la Victoria de la Cámara baja provincial. Esto es: la división entre un espacio vinculado casi con exclusividad a La Cámpora y otro que pretende ser una representación más amplia del justicialismo. Una escisión que, a modo de anticipo, ya sucedió en el Senado bonaerense.

En el caso de los diputados provinciales, se perfila ese sub-bloque que ha quedado conformado por unos trece legisladores, en el que el diputado Walter Abarca asoma la cabeza como uno de los posibles impulsores de la ruptura con Ottavis. Pero no él único.

Los diputado nacionales que se alejaron del bloque K, cuya cara visible es Diego Bossio, tienen como estrategia la de convertirse en un interlocutor peronista con el gobierno de Mauricio Macri y, sobre todo, con los gobernadores del mismo PJ.

En el caso de los rebeldes bonaerenses, se trata de interactuar con Vidal y, sobre todo, con los jefes comunales del justicialismo que se han mostrado más dialoguistas con el gobierno. “Quieren coordinar el trabajo con los intendentes y creen que, en poco tiempo, se van a sumar varios legisladores más”, explica una optimista fuente de ese espacio.