Esperaba ayuda para sacar un camión encajado y lo asaltaron

La tranquilidad que se respiraba a las nueve de la mañana de ayer en un barrio de Abasto, se quebró impensadamente con un fuerte ruido, que sobresaltó a los vecinos y los impulsó a salir a la calle a ver que sucedía.

Entonces, tuvieron frente a sus ojos una imagen que los estremeció: un camión con acoplado, que transportaba una carga de sal, estaba recostado sobre su lateral derecho dentro de una zanja, a menos de un metro de distancia de una casa.

De inmediato, algunos de los azorados frentistas llamaron al 911 para denunciar la inusual escena, que los colmaba de preocupación ante la posibilidad de que el vehículo aplastara la vivienda o a alguien que pasara cerca.

Y fue en esos momentos de confusión en que, en esa esquina, se produjo una segunda situación inesperada: el chofer del camión, como lo reveló horas después ante EL DIA, fue asaltado por “unos pibes que se me acercaron y me exigieron que les diera el dinero que tenía encima. Y les di los 50 pesos que tenía en un bolsillo”.

Todavía shockeado por el infortunio que acababa de protagonizar con el camión, un Renault 300 dxi Midlum, perteneciente a la empresa “Alonso Hermanos”, que procedente de Bahía Blanca transportaba a Gorina una carga con “22 panes de 40 bolsas, de 50 kilos cada una”, reconoció ante EL DIA que el accidente ocurrió cuando “quise hacer marcha atrás para salir de la esquina”.

MIEDO ENTRE LOS VECINOS

Alertados sobre el peligro que había generado el accidente y el temor que ya invadía a los vecinos, minutos después se presentaron en el lugar policías del CPC local, de la comisaría séptima y hasta el delegado municipal de Abasto, Gabriel Barletta.

Según lo relatado a EL DIA por Héctor Alberto Sayos (56), el vecino cuya casa corría riesgo de quedar sepultada, “decidieron apuntalar al camión con dos tirantes de madera, de un lado, y con una soga que ataron desde el pesado vehículo a una columna de alumbrado público”.

La calma recién llegó al barrio cuando a las cinco de la tarde llegó un semirremolque que, un par de horas después, tras vaciar parte de la carga y, realizar un trabajo planificado al detalle, pudo sacar al camión de la posición en que había quedado.