Médica asaltada le mandó un mensaje a los ladrones

Reflexión. Algo tan simple como necesario es lo que pidió la doctora Graciela Badin, la jefa de Emergencias del hospital de Gonnet, a partir de que le robaron manuales destinados a médicos jóvenes, para capacitarse. Todavía no hay rastros de dónde podrían estar, presuntamente aún en manos de los delincuentes que encañonaron y amenazaron con matar a la profesional.

La médica subió a Facebook las fotos de los manuales: “Son estos. No les sirven para nada a quienes se los llevaron, pero les ruego que reflexionen y los devuelvan al hospital, porque se trata de material de capacitación en trauma para médicos de emergencias”, argumentó Badin.

Su explicación es clara y concisa, y además hace hincapié en la pérdida que implica para los especialistas incipientes: “En su mayoría son médicos residentes que abonaron el curso haciendo un enorme sacrificio para capacitarse con sus magros sueldos”, resaltó, dejando en evidencia otra problemática histórica de quienes trabajan cubriendo guardias en su primer tramo de la carrera profesional.

A las 20.15 del viernes, Badin estacionó su auto en 19 entre 507 y 508, a unos 50 metros del San Roque, donde tenía previsto ir para dejar el material. Pero dos jóvenes motochorros la interceptaron y uno la encañonó con un arma, sin dejar de amenazarla. Irónicamente, Badin creía que al dejar los manuales en el hospital allí estarían a salvo.

Le quitaron el bolso donde guardaba los manuales, certificados de un curso médico internacional del año pasado y también su reloj pulsera, pero lo peor de todo fue el tramo en el que supuso que iban a matarla.

“El más grande de los dos me apuntó con un arma y me dijo que no era broma, que me iba a quemar la cabeza, que pensaba matarme”, reveló la profesional. Lo más terrible es que el delincuentes dio muestras de estar hablando en serio: “Me gatilló con el arma varias veces”, dijo, pero “gracias a Dios la bala no salió”.

Los delincuentes terminaron por irse cuando empezó a sonar la alarma del auto cuando le abrieron el baúl.

¿Qué hicieron con los manuales, cada uno de 400 páginas, y que merecía la lectura de los médicos con un mes de antelación a la capacitación? Badin supone que podrían aparecer tirados en la calle o ser ofrecidos a la venta. También podrían ser vistos por “algún familiar de estos pibes en su casa”, consideró la doctora.

Para contextualizar este episodio, hay que recordar que allí hubo casos de violencia sufridos por los profesionales de ese hospital.

“Me resisto a creer que esto no puede mejorar, pero por el bien de todos espero que mejore pronto”, sostuvo Badin. Su llamado a la buena voluntad de parte de los ladrones y su entorno estuvo acompañado por los agradecimientos a sus allegados.

“Les ruego un minuto de reflexión. Capacitamos para salvar vidas. En algún momento podrían ser sus propias vidas...”, finalizó.