Semana clave para el juicio político a Dilma
| 11 de Abril de 2016 | 03:06

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, enfrenta esta semana una verdadera prueba de fuego, con dos votaciones decisivas, en sus esfuerzos para impedir que el Congreso le abra un juicio político para destituirla, bajo acusación de haber maquillado las cuentas públicas.
El Gobierno y la oposición siguieron ayer negociando de cara a la votación de hoy, en la que la Comisión Especial de 65 diputados creada por el Congreso para definir si existen méritos jurídicos para el impeachment decidirá si aprueba el documento en que su instructor recomienda darle continuidad al proceso.
Como ambas partes dan por hecho que la apertura del juicio será respaldada por la Comisión Especial, las negociaciones tienen como fondo la votación inicialmente prevista para este viernes, que puede prolongarse al sábado y al domingo, en que el plenario de la Cámara de Diputados se pronunciará sobre el juicio.
El proceso seguirá adelante si hoy es apoyado por la mayoría simple en la Comisión Especial pero sólo será remitido al Senado con el respaldo de la mayoría calificada de dos tercios (342 de 513 votos) en el plenario de la Cámara baja. Es decir que la jefe de Estado necesita que 172 diputados voten contra la apertura del juicio político, se abstengan o se ausenten el día de la votación para obligar a la dirección de la Cámara de Diputados a archivar el proceso.
Al menos cuatro partidos que suman 94 votos ya se pronunciaron claramente en favor de Rousseff: el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), con 57 diputados; el Partido Democrático Laborista (PDT), con 20; el Partido Comunista do Brasil (PCdoB), con 11, y el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), con seis.
Rousseff también cuenta con el apoyo de disidentes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PDMB), la mayor fuerza en la Cámara Baja (67 diputados), presidida por el vicepresidente Michel Temer y que anunció el mes pasado su ruptura con el Gobierno. Pese a esa ruptura, seis de los siete ministros del PMDB continúan en el Gabinete y han dicho que negocian votos favorables al Gobierno.
El Partido Progresista (PP), tercera mayor formación en la Cámara baja con 48 diputados, también anunció su apoyo al Gobierno aunque, según su presidente, Ciro Nogueira, no votará en bloque contra el posible juicio político por contar con algunos disidentes.
El Gobierno está intentando garantizar los votos que le faltan entre partidos medianos de centro a los que, como al PP, les ofreció mayor participación en el Gabinete y la posibilidad de ocupar los cargos dejados por el PMDB. Los esfuerzos están centrados en formaciones como el Partido de la República (PR), el Partido Social Democrático (PSD) y el Partido Republicano Brasileño (PRB), que cuentan con un poco más de un centenar de diputados y que están divididos frente al juicio.
Según versiones de prensa, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien Rousseff designó como su ministro de la Presidencia pero cuyo nombramiento fue suspendido por una cautelar, es quien comanda las negociaciones con estos partidos, que se centran principalmente en cargos.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE