Atacan a pedradas a otro micro en la Autopista y ya ni siquiera lo denuncian

El “juego” o la maniobra que hace apenas una semana le costó la vida a un joven de 34 años, en las calles de La Plata, tuvo como nuevo blanco a un colectivo de la empresa Costera Metropolitana y a la Autopista La Plata -Buenos Aires como escenario.

El saldo no fue terrible, como el de aquel episodio del martes de la semana pasada que derivó en la muerte de Néstor Atilio Soria (ver aparte), pero generó daños y bronca porque no se trató de un hecho aislado. Lo paradójico es que la reiteración de casos ayuda a que se “naturalicen”, lo que provoca, en simultáneo, malestar e impotencia.

Fuentes policiales negaron haber recibido denuncias, aunque una pasajera que viajaba en el micro atacado confirmó que el lunes pasado varias piedras impactaron contra el vehículo a la altura del kilómetro 52, sobre el carril que conduce a nuestra Ciudad, en inmediaciones de la bajada de la autovía.

Por suerte nadie salió lastimado, pero el incidente dejó a los pasajeros con miedo. Fuentes policiales admitieron que en los últimos días “hubo varios llamados al 911 porque automovilistas vieron a chicos tirando piedras” en inmediaciones de la bajada, donde al arribo de los patrulleros “ya no había nadie”, dijo un jefe policial.

También admitieron que la mayoría de los casos “ni siquiera se denuncian”, excepto que los daños sean muy importantes o alguna persona resulte herida, situaciones que obligan a los damnificados a pasar por una comisaría y someter al colectivo a un peritaje.

En una recorrida por la Terminal de Omnibus de La Plata, choferes y pasajeros de las líneas que recorren la Autopista reconocieron la existencia de “zonas complicadas” en relación con este tipo de ataques y contaron algunas “técnicas” a las que recurren para sortear sus consecuencias.

Pablo Roberto es un contador de 36 años que viaja asiduamente por la Autopista: “Siempre hay piedrazos contra los micros. Por eso viajo en un asiento del lado opuesto a la banquina”, comentó.

Ricardo Reyes, chofer de la Costera Metropolitana, aseguró que en los puntos más peligrosos él y algunos de sus compañeros recomiendan al pasaje “correr las cortinas” (ver aparte).

Para prevenir estos ataques, la Policía apostó móviles a la altura de los kilómetros donde se han relevado la mayor cantidad de denuncias, como el 51, en inmediaciones de la bajada La Plata, medidas que aliviaron el problema, sin resolverlo. La pregunta es recurrente: ¿Cuál es la motivación de los ataques a pedradas contra autos y colectivos?

menores

Fuentes judiciales y policiales coinciden en que la mayoría de estos incidentes son perpetrados por banditas de menores que tienen como principal objetivo robar a aquellos damnificados que detengan su marcha, algo que, sin embargo, es poco frecuente porque los conductores están al tanto de estas maniobras y prefieren continuar -en caso de que puedan- antes que exponerse.

El 20 de octubre del año pasado, una mujer que viajaba con sus hijos por la Autopista, después de festejar el Día de la Madre, fue víctima de un piedrazo.

El cascote que impactó en la Renault Kangoo fue arrojado desde la banquina. Carola, la conductora, vio al joven que lo tiró: ella presume que tendría 12 años.

La mujer tuvo que conducir con el parabrisas roto hasta encontrar un policía. Cuando le contó lo sucedido la respuesta por parte del oficial fue llamativa “no podemos hacer nada, a nosotros también nos tiran piedras”.