Boca y River no quieren quedarse atrás

Los dos clubes más grandes de Argentina están, aunque con plazos diferentes, pensando en ampliar o construir -en el caso Xeneize- sus estadios con el afán de adaptarse a los nuevos tiempos.

Del lado de Boca la cuestión está levantando bastante polvareda y promete tener varios capítulos salpicados por la polémica. Es que dentro de la masa societaria de la entidad de la Ribera existen dos corrientes de pensamiento bien diferenciadas: de un lado están los que avalan el proyecto del presidente, Daniel Angelici, de construir un nuevo estadio desde cero y, del otro, los más tradicionalistas que no quieren dejar la Bombonera y apuestan por una ampliación de la misma.

En la oposición boquense tomaron la Asamblea de la semana pasada -allí se aprobó la compra de los terrenos de Casa Amarilla- como una maniobra que envuelve un posible primer paso para hacer el nuevo estadio en esos lotes.

Según palabras del propio Angelici, la ampliación de la Bombonera costaría 180 millones de dólares, mientras que un estadio nuevo para 80 mil personas saldría 300 millones.

Del lado de River, la gestión de D’Onofrio tiene en mente la remodelación del Monumental -el proyecto lo dieron a conocer antes de llegar al gobierno- que implicaría ampliar la capacidad del estadio a 80 mil espectadores, eliminar la pista atlética para agrandar -y acercar al campo de juego- la platea baja y construir nuevos palcos VIP, ingresos y estacionamientos. La idea también contempla la colocación de un techo que cubra todas las tribunas.

Por ahora, son proyectos en estudio. Llegado el momento, tendrán que votar los socios para decidir.