El volantazo de DC

¿Puede la segunda película más vista del año, a nivel mundial, ser considerada un fracaso? Es el caso de “Batman v Superman”, considerada la piedra fundamental del universo que DC Comics, en sociedad con Warner Bros., intenta montar alrededor de sus superhéroes del comic, emulando el imperio edificado por Marvel.

Es que se esperaba mucho más en la taquilla del enfrentamiento de los dos superhéroes más importantes del universo comiquero todo, y si bien los estudios no se refieren a la actuación de “Batman v Superman” en términos completamente críticos (recaudó casi 800 millones de dólares en todo el mundo), sí analizan la actuación por debajo de las expectativas y revisan activamente el futuro de universo a partir de las conclusiones. A tal punto que decidieron volver a filmar varias escenas de “Suicide Squad”, la siguiente entrega de este universo, prevista para agosto de este año, en busca de un perfil más humorístico y explosivo.

La empresa esperaba superar con su duelo de titanes los 1.000 millones de dólares en recaudación (quizás aún lo consiga), que la hubieran ubicado entre las 20 mejores más vistas de la historia, y un análisis del mercado hacía ver conservadores esos pronósticos: se trataba, después de todo, del choque de superhéroes más populares que Capitán América o Thor, los dos “grandes”, una especie de Superclásico, y los mencionados héroes de la compañía rival habían hecho estragos en la taquilla con sus filmes (tres cintas de Marvel están entre las diez más vistas de la historia).

Las críticas negativas que recibió el filme incluso desde antes del estreno mundial frenaron sin dudas el aluvión del público, pero las versiones desde los pasillos hollywoodenses señalan que en el estudio especulan con que el “tono” de la cinta fue la gran causa de fuga de espectadores: demasiada oscuridad, solemnidad y planteos con pretensiones filosóficas espantaron a un público en su mayoría juvenil (el consumidor principal del mercado) hábito de productos más livianos y burbujeantes (como los que produce Marvel).

Debido a ello, tras ver una copia preliminar de “Suicide Squad”, decidieron darle al director David Ayer (“Día de entrenamiento”) la posibilidad de volver a filmar algunas escenas para realzar la naturaleza explosiva, humorística y anárquica que ya posee el filme, que pondrá en escena a un equipo de “supervillanos” reclutados de manera coerciva por el bando del “bien”.

Se trata de una cinta que, acorde a la fórmula ya delineada por Marvel, no constituirá el canon principal del universo sino una historia marginal, aunque se espera la aparición del Batman de Ben Affleck y su némesis, el prometedor Guasón de Jared Leto, tendrá el papel del antagonista del filme.

Los primeros avances mostraban una película que utilizaba los escenarios oscuros, lluviosos y sangrientos que promueve DC para pintar su universo, en contraposición a las ciudades y héroes iluminados de su rival, eran utilizados para crear una historia marcada por el humor políticamente incorrecto y la violencia juguetona pero extrema, entre Tarantino y Edgar Wright. El estudio habría pedido a Ayer enfatizar el juego y disminuir la ascendencia de la oscuridad, mostrando un lado más “amable” y “pop” de DC en busca de acerca a la audiencia perdida.

Por supuesto, cuando la producción pide cambios a un director, suele ser por disconformidad: sin embargo, el propio Ayer utilizó Twitter para negar estas versiones, afirmando en cambio que DC y Warner estaban tan enamorados y habían apoyado tanto el filme que simplemente habían indicado al director que tenía carta blanca. Es decir, la chance de reescribir las escenas con ideas que no había llegado a concretar.