Les habían robado, pusieron una cámara y ahora tienen filmados a los ladrones

Fueron dos robos en tres meses que dejaron a unos comerciantes de Villa Elisa con pérdidas enormes. La primera vez, los desvalijaron por completo. La última, ayer, repitieron la maniobra pero no encontraron lo que buscaban. Todo da para pensar que fueron los mismos ladrones, teniendo en cuenta que los dos hechos fueron a la misma hora -las 4 de la madrugada- y en momentos en que llovía mucho. Ahora quedaron filmados.

Cada vez que los delincuentes fueron hasta el local de celulares y artículos electrónicos de Arana entre 25 y el camino Belgrano, se llevaron todo el equipamiento que necesitaban para garantizarse el ingreso. Más concretamente, tenían cortafierros para destruir candados, una barreta para forzar puertas y una maza con la que esta última oportunidad abrieron un hueco en el vidrio blindado que, en horario de atención, separa a los clientes de los dueños.

“Tenían todo estudiado”, aseguró sin dudar Marcos, el hermano del dueño del local.

IN FRAGANTI

Ayer a la madrugada los jóvenes encargados del negocio se enteraron de que en plena madrugada se había activado la alarma. Pero la sirena sonó solamente unos instantes, porque los delincuentes -aparentemente dos- la desconectaron y arrancaron de su sitio.

Antes de hacerlo, habían destruido un par de candados y forzado una puerta con ayuda de un destornillador y una barreta.

A partir de ese momento del asalto es que las cámaras de seguridad del negocio pudieron empezar a filmar al ladrón que se metió en el negocio -oculto debajo de una capucha-, mientras el otro le hacía de apoyo afuera.

La otra parte de la grabación es la que más impacta, porque ahí se ve que, en cuestión de ocho o diez golpes fuertes, el delincuente logra abrir un hueco grande en la vidriera blindada que hay sobre el mostrador. Ese arreglo cuesta 15 mil pesos.

Por ese agujero el intruso pudo acceder a la parte que administran los dueños. Ahí “revolvieron todo y buscaron celulares, pero acá ya no dejamos más ninguno”, sostuvo Marcos. Sólo se llevaron un equipo.

“Esta vez no encontraron nada”, dijo Marcos. A los hermanos les quedó el aprendizaje doloroso de la anterior vez que les entraron ladrones, hace tres meses. Aquella vez, se metieron en el mismo horario y con la misma mecánica.

Pero el botín que obtuvieron fue muchísimo mayor: 120 mil pesos en mercaderías, que incluyeron 30 celulares más un par de drones y de PlayStation 4.

Desde esa noche, las víctimas instalaron las cámaras que ahora registraron todo. ¿Podría la Policía de la zona ubicarlos gracias a la filmación?

Más allá de protestar por la “demora de 20 minutos” que tuvieron los agentes en arribar allí luego del robo, los comerciantes hicieron la denuncia y esperan que los encuentren rápido. No habría dudas de que en cada episodio los responsables fueron los mismos.