Berisso analiza qué hacer con motos secuestradas

Se amontonan desde hace meses en varias dependencias de Tránsito, ubicadas en el corazón del centro comercial de Berisso y, como lo admite su titular, Federico Langone, constituyen “un peligro ambiental pero al mismo tiempo un riesgo enorme de incendio por el combustible y los materiales inflamables que contienen”. Son cerca de 1.000 motos que fueron secuestradas en diferentes operativos de control. Algunas forman parte de la “herencia” recibida de la gestión anterior pero otras son algunas de la veintena de unidades que, se señala, se vienen secuestrando en cada operativo al intensificarse en los últimos meses las acciones en ese sentido. Langone apunta que más allá de la necesidad de controlar la legalidad de las motos que circulan por el distrito, la prioridad es tomar medidas para prevenir los accidentes que en los últimos tiempos vienen siendo frecuentes, muchos de ellos con saldo fatal. “El tema del casco es fundamental”, recuerda el funcionario quien señala que a partir de los operativos que se vienen realizando desde enero, se ha logrado bajar el número de accidentes fatales protagonizados por motos.

Las motos secuestradas se amontonan en diferentes espacios del área de tránsito y las hay hasta en los pasillos. La mayoría están inservibles pero algunas otras se pueden aprovechar y, comenta Langone, “la idea es dárselas a la Policía Local o al cuerpo de Tránsito o ponerlas en subasta”.

Pero implementar la idea no resulta sencillo, según se explicó. Una maraña de artículos, incisos sobre leyes de diferentes ámbitos hace que por estas horas el área de Gobierno municipal busque la forma de lograr las autorizaciones para llevar a cabo las subastas y las compactaciones. En ese sentido y entre las contradicciones legales que rondan la decisión municipal, aparece una ordenanza del año 1998 por la que el Municipio quedó facultado para disponer sobre la unidad secuestrada, pasados los 180 días de no ser retirado el vehículo.

SUBASTA O COMPACTACION

Según se indicó, para lograr las subastas debe intervenir el Banco Provincia en tanto la compactación choca con un problema: hay menos de diez empresas autorizadas a la destrucción de los vehículos y todas piden, a cambio, quedarse con los rezagos con lo que el negocio para el Municipio es cero, más allá de conseguir la limpieza de sus galpones.

La cantidad de motos secuestradas en Montevideo y 8, en un espacio que forma parte del viejo edificio de la Hilandería y donde se ubican otras dependencias comunales y el Concejo Deliberante, mantiene encendida luces de alarma en el tablero del municipio y de los Bomberos de la zona. Incluso, cuenta Langone, se han tenido que hacer reformas a la instalación eléctrica para reducir al máximo el riesgo de cortocircuitos en un edificio casi centenario y que, por lo tanto, tiene filtraciones de agua de lluvia.

Langone, cuya experiencia en el tema Tránsito viene de 8 años desempeñándose en Seguridad Vial del ministerio de Transporte de la Nación, confía en resolver el tema de las motos amontonadas y cuenta que otras 250 unidades secuestradas ya fueron restituidas a sus dueños luego de pagarse las multas correspondientes.

En ese sentido, se indicó que en Berisso se están labrando unas 45 actas por día. “Hay que destacar la colaboración y el empeño del personal que en esta etapa ha tomado un fuerte compromiso con la seguridad vial en Berisso”, señala.

Se indicó además que el 60% de las multas que se están haciendo en Berisso corresponden a mal estacionamiento, una falta que castiga con una sanción de $1.400. El área crítica es la avenida Montevideo donde particulares y taxistas desoyen la prohibición de estacionar. En ese contexto, Langone anticipa que sigue “carpeta” la idea de implementar un sistema de Estacionamiento Medido que no pudo avanzar durante la gestión municipal anterior.