Abrieron hace poco y ya vivieron la inseguridad en carne propia

Los asaltos a comercios se han intensificado en las últimas semanas en diversos barrios de la Ciudad, sobre todo a mano de motochorros que atacan todos los rubros, a toda hora y en cualquier barrio, sin importar que el Centro, el casco urbano o la periferia.

Días atrás atrás sorprendieron varios episodios perpetrados por la llamada “banda de los polichorros”; cuatro sujetos fuertemente armados y violentos, que atacan locales y viviendas vestidos con uniformes similares a los de la Bonaerense y hasta con algún chaleco antibalas de esa fuerza.

En simultáneo siguen operando los ladrones de siempre, que suelen dar golpes menos sincronizados aunque igual de efectivos, utilizando armas y ocultando parte de sus rostros con capuchas o gorras.

Así actuaron los ladrones que en las últimas horas atacaron dos kioscos, uno en la Loma y otro en el Centro.

“ROMPIO EL VIDRIO Y ENTRO”

Indira Sánchez, de 39 años y nacionalidad dominicana, es la dueña del kiosco que funciona en 25 y 39, donde en la noche del viernes quedó frente a frente con un ladrón que entró tras romper con un arma el vidrio de la puerta de entrada, que estaba cerrada con llave.

Según recordó Indira, “esto pasó a las 10 y cuarto de la noche, cuando ya había entrado la mercadería que tenía en exhibición, para cerrar”.

“Estaba acomodando algunas cosas cuando escuché que golpeaban una y otra vez la puerta. Creí que era mi hijo, pero al asomarme vi al delincuente, encapuchado y forcejeando el picaporte para abrir la puerta”, relató.

Aterrada, la mujer atinó a refugiarse en el fondo del negocio, hasta que “el ladrón, que tendría algo más de 20 años, consiguió romper el vidrio de la puerta y pudo meterse”, puntualizó.

Indira temió por la reacción del asaltante, pero, por suerte, “sólo pidió la plata y él mismo sacó de la caja registradora los 1.500 pesos que había”, explicó. Luego escapó con un compinche que lo esperaba en una moto grande y, según la mujer, “le había advertido a los gritos que estaba llegando la Policía”.

“Hace un mes abrimos el local y ya tuvimos el primer robo. Y espero que no haya otros”, se esperanzó, mientras su hijo adolescente seguía atentamente su relato sentado al lado suyo.

LE APUNTO, LO ENCERRO y robo

A las 3 de la tarde de ayer y el movimiento en 48 entre 5 y 6 era escaso, lo que convenció a un delincuente de dar asaltar un kiosco de esa cuadra, donde no estaba más que el empleado.

Un rato más tarde, compañeros suyos contaron a este diario que “el ladrón se metió decidido y le apuntó con un arma, lo hizo ir hasta el baño y lo dejó encerrado”.

Sin testigos a la vista, el delincuente se ocupó de lo suyo.

“Se llevó alrededor de 3.000 pesos, además del dinero de servicios como la SUBE, la Carga Virtual y el Estacionamiento Medido”, explicaron en el local.

Algunos testigos describieron a la Policía que el asaltante era “pelado y escapó corriendo”. Los encargados comentaron que el local “abrió en noviembre y es el segundo asalto. El anterior fue en febrero y el ladrón actuó igual que ahora. Capaz es el mismo”, especularon.