Con los visitantes, todo bien

Por MARTIN CABRERA
SENSACIONES

Finalmente el comportamiento de los hinchas fue muy bueno, y los de Estudiantes que estuvieron en el sector visitante llegaron y se fueron sin soportar ninguna agresión o hecho para lamentar. Fue una noche en paz, al menos en ese sector de la cancha que estuvo tanto en debate a lo largo de la semana.

La delegación llegó al Bosque a las 19:30, cuando todavía no había mucha gente en las tribunas, pero sí en las inmediaciones. Prácticamente pasó desapercibido por los presentes, que suelen ser una piedra en el zapato con los insultos y agresiones desde arriba de la tribuna sobre la calle de 60.

Esta vez, a diferencia de lo ocurrido el año pasado, tanto el micro como las dos combis de los dirigentes y allegados no pasaron por la intersección de 1 y 60, un escenario donde suelen reunirse miles de hinchas de Gimnasia y desde donde anteriormente habían apedreado a las mencionadas combis.

Anoche, custodiados por dos camionetas de Infantería y algunas motos con dos efectivos cada una, realizaron correctamente el camino por Circunvalación, haciendo su ingreso por 122 y 59.

El colectivo entró al predio albiazul por el portón más cercano a la facultad de veterinaria, mientras que los otros dos vehículos lo hicieron por el segundo portón, unos metros en dirección a la avenida 60.

Los directivos cercanos al plantel profesional, caso Osvaldo Lombardi y Diego Ronderos, junto al secretario técnico Agustín Alayes, lo hicieron en el colectivo del plantel y por eso ingresaron junto a los jugadores al vestuario visitante.

Tal como se había informado en la edición de ayer, los jugadores albirrojos no pudieron ingresar con el bombo que los acompaña en algunos partidos de visitantes. Cortinas cerradas y una postura diferente al de anteriores clásicos.

En un sector mínimo de la vieja tribuna visitante se ubicaron los dirigentes de Estudiantes, encabezados por el vice Mariano Vázquez Mangano, y el ex presidente Eduardo Abadie.

También estuvieron Juan José Calderón, Martín Aiello, Javier Porta, toda la familia Russo, Claudio Bernard, Martín Olivares, Marcelo De Luca, Sergio Buscemi, Diego Tipping y algunos más.

Pero la comitiva se completó con algunos familiares y amigos de los directivos. Y también pudieron anotarse los hinchas más caracterizados, esos que suelen acompañar cada partido de Estudiantes cuando juega en condición de visitante.

En esa tribuna también miraron el partido el capitán Lucas Rodríguez, que se quedó afuera del banco de suplentes, y un par de equipistas de Reserva.

Si bien no existieron momentos de tensión, hubo un fuerte cruce de palabras al momento de la llegada de la comitiva, ya que superó en cantidad a la anunciada previamente. En total, más de 70 personas se ubicaron en ese sector, cuando se le agregaron los medios de prensa, los partidarios y los que no encontraron lugar en la platea oficial.

A pesar de las restricciones, los presentes aplaudieron la salida del equipo, gritaron el famoso “Estudion” y le reclamaron al árbitro en la jugada en la cual Fabián Rinaudo tocó con su brazo una pelota dentro del área que debió ser penal.

ALGUNOS INSULTOS

Para evitar el cruce de hinchas, cada persona con sector visitante que ingresó por el portón de prensa tuvo que atravesar los 50 metros en compañía de un efectivo de la seguridad.

Además la policía desplegó un cortinado de madera en la reja que separa las dos tribunas. Por eso entre los hinchas de Gimnasia y los dirigentes (y algo más) de Estudiantes hubo unos 40 metros.

A diferencia del año pasado y de los anteriores partidos, la dirigencia visitante no recibió una cálida recepción. No hubo catering ni bebida gaseosa antes y durante el partido. En los últimos partidos en el Bosque se solía armar una carpa con pizzas y comida caliente para los visitantes. Anoche sólo se paseó un vendedor de semillitas y pochochos.

Así pasó la noche y un nuevo clásico platense. Desde el sector visitante se vivió con la tensión de siempre, pero sin hechos para lamentar. Primó la sensatez y la buena convivencia con la resistencia de siempre.